Muy Historia

Míticos y muy secretos

-

Ha habido entregas pasionales que se quedaron en la nebulosa de la leyenda, porque la historia fidedigna no llega bien hasta ellas o porque se convirtier­on en inasequibl­e secreto para su tiempo y para todos los tiempos. Por aquí ronda la misteriosa vida amorosa de más de una reina; y ya desde los albores más conocidos, los de Egipto. A la fascinante y brillante reina Hatshepsut se le supone un intenso y duradero romance con el arquitecto Senenmut, que llegaría a ser hombre de enorme poder a pesar de su cuna humilde. ¿Quién de los dos rigió de verdad aquel Egipto que dejaba atrás los malos tiempos? Él la elevó a los altares y le construyó el magnífico templo funerario —hoy todavía en pie— de Deir el-bahari. Se convirtió en Mayordomo de Amón y no se le mencionan esposa o hijos, aunque aparece esculpido junto a Neferure, la hija oficial de Hatshepsut y Tutmosis II. La posibilida­d de que Senenmut fuera el padre es una incógnita eterna. Como nunca se sabrá la verdadera naturaleza del amor que se presupone hubo entre Isabel I de Inglaterra y Robert Dudley, quien, a pesar de sus matrimonio­s y sus altibajos militares, no dejó de recibir nombramien­tos y un muy cuidado trato por parte de la reina. Los rumores no dejaron de re- sonar por toda Inglaterra, y continúa habiendo un obligatori­o eco histórico: ¿fue Dudley el apoyo y la fuerza de aquella soberana “virgen” y tan sola en su trono? Porque ahí, en las alturas, también se precisa consuelo. Mucho debió de precisar Ginebra cuando el rey Arturo la hizo llevar a Camelot para desposarla. Sir Lancelot se encargó de ello y en el camino se enamoraron. ¿Continuarí­a el romance siendo Ginebra ya reina? Con la pura leyenda hemos topado. El arquitecto Senenmut y la princesa Neferure (escultura en granito, Museo de Berlín).

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain