Fecha de caducidad
Sólo una parte de las civilizaciones que integran la crónica humana ha revelado sus secretos. Imponentes construcciones, máscaras de oro puro, decoraciones exquisitas… Una y otra vez se encuentran maravillas, salpicadas por todo el orbe, que resultan ser producto de antiguas sociedades avanzadas y ricas. Pero, a menudo, lo que más nos sorprende de ellas es la forma que tuvieron de evaporarse. Y justo ese misterio las hace irresistibles. Todas las culturas que estudiamos en este número de MUY HISTORIA tienen algo en común: su rastro ha llegado hasta nosotros. Y esas pistas son las que lanzaron a una pléyade de aventureros, arqueólogos y exploradores a la búsqueda de sus secretos, como protagonistas de la fascinante epopeya que reconstruimos en estas páginas.
En la mayoría de los casos, la desaparición de una civilización fue el resultado de la combinación de los excesos cometidos por la acción del hombre, derivados de sus ambiciones, con catástrofes de origen natural producidas por diferentes causas, como cambios climáticos, erupciones volcánicas, terremotos, maremotos, inundaciones, epidemias, plagas de insectos… La excepción son aquellas sociedades que desaparecieron de forma abrupta, dejando un misterio que la Arqueología y la Historia no han sido todavía capaces de resolver, dando lugar a mitos como la Atlántida.
Todo ello nos hace plantearnos una inquietante pregunta: ¿nos podría pasar a nosotros? Por muchas respuestas que encontremos, siempre resultará inevitable que surjan más interrogantes.