Los godos y el saqueo de Roma
“La luz más brillante del mundo se ha apagado”. Desde Palestina, Jerónimo anotaba estas palabras efectistas, al igual que escribía que “todo el mundo ha perecido en una sola ciudad”. Estaba muy bien informado de lo que sucedía en Roma. ¿ A qué se refería con tan grandilocuentes expresiones?
En agosto del año 410, Alarico y sus tropas entraron en la ciudad de Roma. Durante tres días, sometieron a la capital del Imperio a saqueos y violaciones, episodios anotados con horror en los intercambios epistolares entre Jerónimo y sus contactos de allí. Para entonces, hacía década y media que el Imperio Romano estaba oficialmente dividido en dos partes. Alarico era un jefe de esa amalgama de pueblos que los textos de la época identificaban como Go hi o Gothi, godos. En realidad, las fuentes los habían situado años antes al norte del Danubio, con líderes como Atanarico o Fritigerno, entre otros, y con nombres como tervingios y greutungos, por citar solamente dos de los grupos que habían pasado al Imperium atravesando el río en 376, con permiso del emperador Valente.
ESTADO DE SHOCK.
Los incumplimientos de las autoridades romanas, descritos con desasosiego por un observador bien informado como Amiano Marcelino, provocaron un conflicto que condujo en 378 a la batalla de Adrianópolis, que supuso la aniquilación de parte de las tropas romanas de Oriente. Después los godos se fueron unificando bajo el liderazgo de Alarico y éste entró en Italia, a veces con sonoros fracasos. Deseaba un reconocimiento militar e institucional, así como condiciones negociadas para sus seguidores, que eran de muy diversos orígenes: en modo alguno formaban un pueblo único (en la misma Italia se les unieron miles de esclavos y grupos muy dispares). El saqueo de Roma provocó un golpe psicológico en la intelectualidad romana, que se fracturó entre los líderes cristianos y quienes veían en aquel shock una consecuencia del abandono de la religión tradicional en favor del cristianismo. Ya sabemos cuál de las dos opciones se impuso.