Un tesoro bajo las aguas del Rin
En 1960, de forma casual se encontró un millar largo de piezas datadas en el siglo III, cuando se realizaban excavaciones en el Rin para sacar grava. Afloraron bajo las aguas del largo río centroeuropeo unos 1.100 objetos, entre los que se han clasificado vajillas, armas, joyas y hasta piezas religiosas.
Se cree que este cuantioso tesoro procede de los grandes saqueos habidos en el siglo III, bastante convulso para el Imperio Romano, ya que sus provincias sufrieron multitud de ataques a manos de sajones, francos o hunos. Para defender sus dominios, las legiones romanas esperaban a los saqueadores apostadas en el Rin y estos, al intentar cruzar el río, se veían sorprendidos por las tropas del Imperio, que cargaban con toda su pesada artillería sobre ellos. Los combates acababan muchas veces con el hundimiento del codiciado botín en el río; un botín que, en esta ocasión, salió a la superficie.
Hoy este tesoro forma parte de una exposición permanente titulada El tesoro de los bárbaros, custodiada en el Museo Histórico del Palatinado de Speyer ( Espira, Alemania). Los objetos que podemos encontrar expuestos proceden probablemente de lugares como Francia y Suiza – y es posible que también de la península Ibérica–, pero lo que sí es seguro es que datan del siglo III, siendo su mayor peculiaridad que hayan llegado a nuestros días, ya que todas estas piezas metálicas y de cobre solían fundirse para fabricar nuevas herramientas con nuevos usos. Parece que el subsuelo del Rin les proporcionó un buen refugio.