Quien se atreve gana
HOY ELSPECIA LA IR SERVICE ES RECONOCIDO COMO LA ÉLITE DEL EJÉRCITO BRITÁNICO, PERO SUS INICIOS FUERON MODESTOS: SÓLO SESENTA HOMBRES, COMAN DADOS POR UN INTRÉPIDO VISIONARIO QUE FUE LA PESADILLA DE LOS NAZIS EN ÁFRICA.
El lema “Who dares wins” ( Quien se atreve gana) es una de las frases preferidas hoy en camisetas ins
piracionales, e incluso hay quien se la tatúa en el brazo o el pecho. Pero es posible que no sepa quién la acuñó ni por qué.
Su autor fue un intrépido militar británico que, hastiado de su convalecencia en El Cairo a consecuencia de una herida al tirarse en paracaídas, concibió un arriesgado plan con el que minar el sólido funcionamiento de las fuerzas alemanas del Tercer Reich en África. Su nombre era David Stirling y el cuerpo de militares que iba a crear, el SAS, se convertiría más tarde en todo un mito.
Hoy, el Special Air Service ( Servicio Aéreo Especial) es reconocido como el pionero de los cuerpos de operaciones especiales, que sería copiado por multitud de ejércitos. Pero en 1941 apenas era un proyecto personal de Stirling, por el que la burocracia del ejército no mostraba, en realidad, demasiado entusiasmo.
UN MILITAR ESCOCÉS DE ES
PÍRITU AVENTURERO. David Stirling era el último de una larga saga familiar de oficiales escoceses al servicio de Su Majestad y había mostrado un temprano interés por las grandes aventuras: estaba preparándose para subir al Everest cuando la guerra estalló, y entonces se decidió a cambiar el Himalaya por el regimiento de los Guardias Escoceses, en el que se alistó. No necesitaría mucho tiempo para encontrar una misión excitante: se presentó voluntario para una unidad llamada Comando 8, que junto con otras del mismo tenor acabaría formando la Layforce (Fuerza de Trabajo), un primer proyecto de unidad especial que tenía la misión de desestabilizar a las fuerzas del Eje interrumpiendo la comunicación entre sus bases y el frente, así como la de realizar intervenciones de asalto rápido, todo ello en el teatro de operaciones del Mediterráneo. Se llegó a plantear que esta unidad se encargara de la invasión de la isla griega de Rodas, que desde el final de la I Guerra Mundial había quedado bajo soberanía italiana. Sin embargo, la idea no se llegó a materializar y poco a poco la unidad fue desmontada, y sus efectivos se