Objetivo: matar a Rommel
De entre la multitud de misiones realizadas en Francia por el SAS en 1944 para facilitar el avance aliado tras el desembarco de Normandía, destaca la Operación Gaff, el intento de asesinar a Rommel. Para desmantelar la fuerte resistencia que estaban encontrando en el primer mes de la invasión de Francia, los aliados pensaron que una fórmula rápida sería acabar con su líder militar, el carismático mariscal de campo Edwin Rommel, el más respetado de todos los oficiales nazis.
MISIÓN ANULADA. Gracias a una información casual, el teniente general del SAS había conocido la ubicación del cuartel general de Rommel en el castillo de los condes de La Rochefoucauld, en La Roche-Guyon. Eso le llevó a activar un equipo de seis hombres para asesinar o secuestrar al militar alemán. Al frente del grupo se encontraba un exlegionario y contrabandista francés, Raymond Couraud, y las órdenes que llevaba decían textualmente: “Asesinar a Rommel sería obviamente más fácil que secuestrarlo, y es preferible asegurar lo primero antes que intentar lo segundo y fallar”. El 25 de julio de 1944, este equipo fue trasladado desde Londres hasta Orleans, donde sus integrantes se lanzaron en paracaídas. Ya en suelo francés, el comando se enteró de que el coche de Rommel había sido alcanzado unos días antes por un bombardeo de la RAF y él había resultado herido, por lo que se le había trasladado a Alemania y sustituido al mando de las tropas de ocupación por el mariscal Von Kluge. Al conocer esta circunstancia, la operación fue anulada.