Entrevista: Julián Casanova
EL HISTORIADOR, ESPECIALISTA EN LA ESPAÑA DE LA REPÚBLICA, LA GUERRA CIVIL Y EL FRANQUISMO, HA PUBLICADO EN 2017 LAVENGANZADELOS SIERVOS (CRÍTICA), QUE ABORDA LA REVOLUCIÓN RUSA EN SU CENTENARIO.
¿Cómo definiría el término revolución?
Como un cambio súbito en el poder político y en la estructura del Estado, acompañado de profundas transformaciones sociales (económicas, legales, culturales). Las revoluciones sociales deben incluir algo más que una renovación planeada por una élite desde arriba, como la lucha de clases y la insurrección popular, que ocupan de esa forma un espacio primordial en el cambio.
¿Puede considerarse la rusa como el paradigma de la revolución o fue un golpe de Estado, tal y como ha defendido la historiografía antimarxista?
La crisis que se abrió en Rusia con la Primera Guerra Mundial, que desembocó en la revolución de febrero de 1917 y en la revolución de octubre de ese año, constituye una revolución en varias fases. Por un lado, el derribo del orden zarista y una situación de soberanía dual/múltiple con el gobierno provisional y los soviets como principales actores. Finalmente, la conquista del poder por los bolcheviques. Que los bolcheviques convirtieran esa toma del poder en una dictadura no significa que fuera un golpe de Estado.
¿Quiénes componían la oposición al régimen zarista?
La represión, la ausencia de instituciones representativas y de libertades generaron, desde finales del siglo XIX, la aparición y el desarrollo de una oposición radical al sistema zarista dispuesta a derrocarlo por diferentes medios. Esa oposición estaba compuesta fundamentalmente por intelectuales, las élites educadas, lo que en ruso se llamó
intelligentsia: estudiantes, escritores, profesionales, una especie de subcultura al margen de la Rusia oficial que intentaba explotar cualquier rastro de descontento popular para conquistar el poder. Fueron ellos quienes establecieron una tradición de ideas, propaganda y agitación revolucionarias antes de que, con el cambio de siglo, todo eso se plasmara en la creación de diferentes partidos socialistas, que dominaron el escenario político en 1917.
¿Cuáles fueron las causas de la Revolución en Rusia?
La profunda grieta entre una sociedad en proceso de cambio y la autocracia, con manifestaciones violentas desde arriba y desde abajo, con la guerra contra Japón y la revolución de 1905 en el horizonte, generó un enorme potencial para el desarrollo del conflicto. ¿Hubiera podido evitar Rusia la Revolución de no haberse producido la I Guerra Mundial? Es una cuestión imposible de responder. Lo que sabemos es que esa guerra actuó de catalizador, empeoró los problemas ya existentes y añadió otros insalvables. La incapacidad del zar para ensanchar la base política de su régimen y su ineficacia a la hora de conducir la guerra y atender a los problemas de suministros fueron también causas relevantes.
¿La fallida abolición de la servidumbre en 1861, que reforzó al Estado y dejó a los campesinos atados a los terratenientes y burócratas, contribuyó al estallido revolucionario de 1917?
El potencial revolucionario estaba ahí, pero ese campesinado, subordinado y no incorporado a la Rusia oficial, sufrió el que más cuando la Primera Guerra Mundial ocasionó serios trastornos en la economía, en la producción y el transporte de los recursos y, sobre todo, en cuanto a la escasez de productos de primera necesidad. Todos los informes policiales advertían de que los sufrimientos causados a los soldados, a sus familias y a los refugiados estaban empeorando las condiciones de vida de las clases bajas a niveles sin precedentes, provocando desorden social y protestas. Tanto en el frente de guerra como en la cercana retaguardia, la disciplina de las tropas se desmoronaba. Los soldados –la mayoría jóvenes campesinos– se negaban a combatir y rechazaban la autoridad de sus oficiales, a quienes veían ahora como enemigos de clase, representantes de los terratenientes. La crisis de subsistencia se combinaba con una crisis de autoridad. ¿ Por qué no prosperó el gobierno provisional poszarista?
Con la caída del zar Nicolás II, el príncipe Lvov asumió el 2 de marzo la presidencia de un gobierno provisional formado en su mayoría por diputados de la Duma pertenecientes a la élite liberal y rica del país. Pero unos días antes, frente a la ausencia de un liderazgo efectivo, un grupo de dirigentes socialistas había constituido el Soviet de Petrogrado. La inclusión de soldados cambió radicalmente la naturaleza de ese órgano de poder, que ya no era un mero comité de trabajadores, como en 1905. De esa forma, los grupos armados de la ciudad quedaron vinculados al Soviet, lo que tendría importantes repercusiones en el posterior desarrollo de la Revolución. Ese gobierno provisional disponía de pocos medios para hacer cumplir sus decisiones, y los soviets desafiaron desde el principio su poder. Lo que había desde comienzos de mar-