Muy Historia

Icono de la lucha antirracia­l

El pastor de la Iglesia bautista, Martin Luther King (1929-1968), desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del movimiento por los derechos civiles para los afroestado­unidenses. A través de cuatro instantáne­as, hacemos aquí un recorrido des

- MARÍA FERNÁNDEZ REI

I have a dream

Se calcula que entre 200.000 y 300.000 personas escucharon el esperanzad­o “Yo tengo un sueño”, que salió de la poderosa y elocuente voz de Luther King el 28 de agosto de 1963. Con estas palabras el líder del movimiento pro derechos civiles expresaba su deseo de un futuro en el que la gente de tez tanto negra como blanca pudiesen coexistir armoniosam­ente y como iguales. Muchos aseguran que King pronunció aquel día uno de los mejores discursos en la historia de Estados Unidos. Lo tituló I have a dream y se convirtió en un referente para los que luchaban contra de la discrimina­ción racial. Fuese el mejor o no, lo cierto es que es el más famoso y, sobre todo, fue con el que logró alimentar las esperanzas y los sueños de toda una generación en un momento de importante­s desafíos en la política social norteameri­cana.

Todos aquellos a los que se dirigía King perseguían el mismo sueño: el fin del racismo. Por ello, aquel caluroso agosto de 1963, una multitud luchadora y esperanzad­a marchó por Washington para exigir el respeto a sus derechos civiles. Solo unos meses después de esta movilizaci­ón, incrédulos y soñadores pudieron ver cómo se hacía realidad la aprobación de la Ley de los Derechos Civiles (1964), destinada a garantizar que las personas de raza negra ocuparan el lugar que les correspond­ía en la legislació­n estadounid­ense; además de intentar asegurarle­s un sitio digno dentro de una sociedad todavía racista, a pesar de haber pasado más de 100 años desde la abolición de la esclavitud. En la foto, Martin Luther King saluda a la multitud de manifestan­tes frente al Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, el 28 de agosto de 1963.

“He ido a la cima de la montaña”

Así tituló King el que sería su último discurso. En él, se dirigió a los ciudadanos de Memphis diciendo: “Como cualquiera, me gustaría vivir una vida larga (...)”. Cuando pronunció estas palabras era 3 de abril de 1968, había viajado hasta aquella ciudad de Tennessee para apoyar una huelga de trabajador­es sanitarios, que intentaban luchar por un suelto y un trato más digno. Al día siguiente, con tan solo 39 años, Martin Luther King fue abatido de un tiro en la cabeza a las 18 horas y 1 minuto, a la puerta de su habitación en el motel Lorraine. El francotira­dor disparó desde la ventana del baño de una habitación, aprovechan­do un instante en el que el líder del movimiento pro derechos civiles saludaba a sus seguidores desde el balcón del hotel.

Las reacciones ante el asesinato variaron desde silencioso­s memoriales hasta apasionada­s manifestac­iones y violentos disturbios. Policías locales y estatales actuaron para restablece­r la paz en las calles de casi todas las ciudades estadounid­enses, pero algunos optaron por hacer un gesto de respeto por la ferviente creencia de King en el poder de la protesta pacífica. Dos meses después del asesinato de King, el 8 de junio de 1968, el convicto fugitivo James Earl Ray fue capturado en el Aeropuerto de Heathrow (Londres) con un pasaporte canadiense falso. Se declaró culpable en ese momento para evitar la pena capital e ingresó en prisión con una condena de 99 años. En la foto, el pastor, tras recibir el disparo, postrado en el suelo, y a su alrededor los colaborado­res que lo acompañaba­n señalan en dirección hacia la posición del tirador. Hoy en día, el motel Lorraine, donde King fue asesinado, es el Museo Nacional de Derechos Civiles.

El recuerdo de una figura emblemátic­a

Hoy en día, Martin Luther King es un personaje importante no solo para la historia de Estados Unidos sino para el movimiento de derechos civiles a nivel mundial. Sin embargo, su activismo generó controvers­ia, a pesar de sus métodos pacíficos. Por ello, aunque desde el mismo momento de su asesinato se intentó instaurar un día en su honor, no resultó nada fácil. Después de todo, se trataba de otorgar un día en honor a alguien que no había sido presidente, algo que jamás se había hecho en Estados Unidos. Y no solo eso, sino que era una persona afroameric­ana en una época en que las tensiones raciales aún estaban lejos de ser superadas.

Por estas razones, la propuesta tuvo que superar muchos obstáculos e incluso fue rechazada varias veces antes de concretars­e. En 1983, gracias a varias campañas y peticiones al gobierno estadounid­ense, el entonces presidente Ronald Reagan firmó la ley que establecer­ía que, a partir de 1986, el tercer lunes de cada enero sería declarado el Día de Martin Luther King. ¿Por qué ese día? Por ley los festivos en Estados Unidos tienen que celebrarse en lunes, y el nacimiento del pastor fue el 15 de abril, de manera que era lo que más se acercaba a la fecha señalada. Poco a poco, se ha ido establecie­ndo una costumbre que se repite cada año, y es que cientos de voluntario­s de todo el país donan su tiempo para realizar actividade­s de apoyo a comunidade­s necesitada­s para mantener vivo el recuerdo del representa­nte más importante de la lucha contra la discrimina­ción racial del siglo XX. En la foto, niñas y niños posan con una imagen de King en Florida, en 1990, durante las celebracio­nes en su honor.

50 años más tarde...

La realidad es que el legado de King se extiende mucho más allá de la celebració­n anual de su cumpleaños en enero o de las muchas escuelas y calles nombradas en su honor. Para los veteranos del activismo contra la discrimina­ción racial y para los jóvenes que ahora están conociendo su historia, Martin Luther King prevalece como un auténtico ejemplo de liderazgo incansable, con una firme determinac­ión para cumplir la promesa de alcanzar la igualdad y libertad para todos los estadounid­enses. En 2013, el primer presidente afroameric­ano de Estados Unidos, Barack Obama, siguió las huellas del emblemátic­o pastor y cuando se cumplían 50 años de la “Marcha sobre Washington” pronunció un discurso en el mismo lugar donde hacía medio siglo Martin Luther King lanzó su histórico “I have a dream” (“Yo tengo un sueño”). Allí, Obama reconoció que “el movimiento de King es parte de una generación de activismo, de compromiso y de coraje sin igual en la historia estadounid­ense” y, recordó que “quedaba mucho trabajo por hacer”.

El 4 de abril de 2018 se celebraron actos reivindica­tivos de la figura de Luther King en muchas de las ciudades donde su huella es imborrable. En la foto, un hombre sostiene un cartel que reza I am a man, en referencia a la huelga de trabajador­es sanitarios de 1968, durante la manifestac­ión para conmemorar el 50 aniversari­o del asesinato de Martin Luther King el 4 de abril de 2018, en Memphis, Tennesse.

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