JESUCRISTO Y LA MITOLOGÍA COMPARADA
No son pocos los que han señalado numerosos paralelismos entre Jesús y los hechos que se le atribuyen y los de algunas míticas figuras anteriores en el tiempo, sugiriendo la posibilidad de una apropiación – o continuidad– por parte del cristianismo de mitos y relatos de otras tradiciones. Entre las analogías propuestas por la llamada mitología comparada o comparativa, destacan tres: las coincidencias del rito cristiano con ciertos elementos de la cultura griega, en concreto los relacionados con el dios Dioniso, Baco para los romanos ( simbolismo del vino, arquetipo de dios que muere y resucita...); los parecidos de la historia de Jesucristo con la del dios egipcio Horus – nacido en fecha similar, de madre virginal, con seguidores o discípulos, también resurrecto–; y, por último, las similitudes entre muchos de sus episodios y misterios y los referentes a Buda.
A estas cuestiones se les han dedicado libros de todo pelaje, desde serios estudios historiográficos a especulaciones disparatadas – e incluso, en el caso de Horus, un controvertido documental: Zeitgeist ( 2007, Peter Joseph)–. No hay acuerdo al respecto: no se puede descartar que existiera influencia, aunque algunos expertos sostienen que solo son percepciones sin base histórica, que los judíos galileos monoteístas del siglo I no estaban abiertos a recibir mitos paganos y que todo se basa en la paraleloma
nía, que exagera la importancia de coincidencias poco o nada significativas.