Toma de la Bastilla
14 de julio de 1789
Aunque los Estados Generales de mayo de ese mismo año fueron el germen de la Revolución Francesa, el momento clave de la revuelta llegó cuando las clases populares parisinas, soliviantadas por la destitución del ministro Jacques Necker –próximo al estado llano–, decidieron asaltar la prisión de la Bastilla (arriba, grabado coloreado), símbolo del gobierno despótico de Luis XVI. El hecho, que causó un gran impacto en toda Europa, fue tomado como un ataque a las bases del Antiguo Régimen y se considera el arranque de la Edad Contemporánea.