LA MARINA EGIPCIA
Los barcos fueron imprescindibles en un reino que estaba intrínsecamente unido al Nilo. Era el medio de transporte rápido y seguro de todo tipo de mercancías, viajeros y, por supuesto, ejércitos, necesarios para sofocar revueltas internas o frenar alguna incursión desde Nubia. Pero con el Imperio Nuevo la flota también salió al mar, botando navíos más grandes y con mejores cualidades náuticas. Siempre navegando a escasa distancia de la costa, fue el medio perfecto para transportar los suministros a los ejércitos que avanzaban sobre la costa sirio-palestina. Sin esa marina de varios cientos de buques, no hubiesen sido posibles las expediciones militares hacia el este. Con los años ganaron experiencia navegante: a finales del segundo milenio a.C., alcanzaron Creta y Chipre, y a mediados del primer milenio, con el faraón Necao II, se aventuraron a tratar de circundar el continente africano en busca de nuevas rutas comerciales.