Mi heroína
Su pasión por el Antiguo Egipto ha dado best sellers como El ladrón de tumbas (2008), El hijo del desierto (2010), El secreto del Nilo (2012) o El camino de los dioses (2015). En el más reciente, Las lágrimas de Isis (Ediciones B, 2019), narra la historia de esta fascinante reina.
He aquí a mi heroína: un personaje envuelto en el misterio cuyos pasos nos conducen al siglo XV a.C. para sumergirnos en un tiempo evocador, en un Egipto impregnado de magia que esta gran mujer señoreó para hacerlo verdaderamente grandioso. Su inmenso legado aún hoy en día nos asombra, pues durante su reinado el Valle del Nilo nadó en la abundancia y su pueblo disfrutó de un largo período de paz y prosperidad que quedó grabado para siempre en los anales de la Tierra Negra (nombre con el que los antiguos egipcios se referían a su país). Hatshepsut hizo posible la fascinante expedición al legendario país de Punt, erigió los más colosales obeliscos –seis de ellos en el Templo de Karnak–, embelleció Egipto con grandiosos santuarios y construyó el maravilloso Djeser-Djeseru, el Sublime de los Sublimes, su templo funerario de “millones de años” dentro del complejo de Deir el-Bahari; una obra genial que muestra el verdadero significado de la arquitectura sagrada en el Antiguo Egipto y que fue concebida por el gran Senenmut, el amor de su vida: un hombre de talla excepcional que llegó a ostentar nada menos que noventa y dos cargos públicos. Además, la figura de Hatshepsut cobra una nueva dimensión al centrarnos en su fuerte personalidad e indomable carácter. En un mundo encorsetado por las milenarias tradiciones, ella se alzó contra todo y contra todos en pos de sus legítimos derechos, con coraje y determinación nunca antes vistos. Durante cerca de veinte años se enfrentó a las fuerzas fácticas en una partida compleja, repleta de intrigas palaciegas, que terminaría por convertirla en uno de los faraones más poderosos de la historia. Ante ella Egipto agachó la cabeza, pues no en vano en Hatshepsut confluían mil hombres y una sola mujer capaz de gobernarlos a todos.
OLVIDADA Y AL FIN REIVINDICADA
Influenciada desde la infancia por su abuela, la legendaria reina Ahmés Nefertari, Hatshepsut supo rodearse de personajes sumamente capaces, como el citado Senenmut o el sumo sacerdote de Amón, Hapuseneb, en quienes encontró unos poderosos aliados.
Sin embar embargo, después de veintidós años de reinado, re su figura fue denigrada y, con co el tiempo, su memoria perseguida con saña hasta caer en el olvido. Pe Pero ella era demasiado grande para par que la historia no terminara por c colocarla en el lugar que le correspond correspondía. Hoy en día su injusta fama de usurpadora ha quedado atrás para dar paso a un personaje histórico d de primera magnitud, que luchó sin desmayo contra el poder establecido hasta llegar a convertirse en Maatkara, Maatka el nombre con el que se coronó: la mujer que gobernó sobre los hombre hombres.