Cuando el mundo cambió
Se cumplen 75 años. El 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre Nagasaki; tres días antes había lanzado otra sobre Hiroshima. El efecto de ambas fue terrible: murieron unas 140.000 personas al instante y los estragos de la radiactividad perduran en la actualidad. La explosión de la bomba sobre Hiroshima se registró a las 8: 15 de la mañana de un cálido 6 de agosto. El coronel Paul W. Tibbets, de 31 años, fue el piloto designado para llevar el el Bombardero B- 29. Le puso el nombre de su madre, Enola Gay Tibbets, para conjurar la adversidad. El sargento George Robert Caron, de 26 años, artillero de cola del Enola, registró la columna de humo que levantó, porque le dieron una cámara fotográfica en el último momento. Todos los acontecimientos, previos y subsiguientes, a esa columna de humo y a la posterior, la “seta” que se ha convertido en símbolo de la masacre, y los porqués del lanzamiento de LittleBoy y Fat Man, los encontrarás en este número de MUY HISTORIA. “Supimos que el mundo no sería el mismo. Unas pocas personas rieron, otras lloraron, muchas callaron. Recordé el Bhagavad-Gita. Vishnu trataba de persuadir al Príncipe para que cumpliese con su deber y para impresionarlo tomó su forma con múltiples brazos y dijo: ‘Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos’. Supongo que todos pensamos eso, de una u otra forma”, dijo Oppenheimer después de la primera prueba de la bomba en México. No erró.