LA BATALLA DEL AGUA PESADA
La inteligencia aliada reunió información suficiente como para saber que la interrupción del suministro de agua pesada era esencial para retrasar los trabajos del Proyecto Uranio. Así arrancó la batalla del Agua Pesada, cuyo objetivo era sabotear las instalaciones de la planta hidroeléctrica de Vermok, en Noruega, por entonces en manos alemanas y con capacidad para producir hasta doce toneladas de material al año. Los ataques a la planta se convirtieron en uno de los episodios más cruciales de la carrera por la bomba atómica. Los aliados lanzaron hasta cuatro operaciones diferentes entre octubre de 1942 y febrero de 1944. En la Operación Gunnerside (febrero de 1943), la más célebre de todas ellas, un grupo de paracaidistas británicos logró llegar a las instalaciones y dinamitarlas, causando daños severos e interrumpiendo durante varios meses la producción. Ante el acoso aliado, los nazis decidieron trasladar la producción a Alemania, pero en febrero de 1944 tuvo lugar el hundimiento de un transbordador alemán cargado de agua pesada, lo que causó un severo revés al Proyecto Uranio pero también costó la vida a catorce pasajeros noruegos, entre ellos una niña. La batalla del Agua Pesada fue inmortalizada por el director Anthony Mann en el film Los héroes de Telemark (1965) y más recientemente en la miniserie Operación Telemark (Per-Olav Sørensen, 2015; arriba, cartel).
El KGB reclutó para pasar información, entre el personal que trabajaba en el Proyecto Manhattan, a simpatizantes comunistas como Karl Fuchs y Theodore Hall (abajo, sus fichas policiales).