EL RETO TECNOLÓGICO PARA VENCER A LA POBREZA
No ha sido un camino fácil, pero, en sus 73 años como país independiente, la República de la India ha conseguido situarse como una gran potencia económica. Hoy es la tercera economía más grande del mundo y será la segunda, superando a EE UU, en apenas dos décadas ( China estaría a la cabeza). Analizando el Producto Interior Bruto ( PIB), India supera ya a Alemania y a Japón, pero el PIB indio crecerá hasta 2050 a un vertiginoso promedio anual de 4,9%, pudiendo pasar de representar el 7% de la economía mundial ( hoy) al 15% en 2050. El enorme crecimiento poblacional del país (en la imagen, calle atestada de Bombay) proporcionará, por sí mismo, un aumento importante de la economía. La población en la India es 3,5 veces mayor que la que había en agosto de 1947 (la de Pakistán se multiplicó por cinco). Tiene cerca de 1.250 millones de habitantes y en 2040, en poco más de dos décadas, habrá aumentado a 1.600 millones, superando a la población de China. Este mercado descomunal de consumidores inevitablemente llevará a una economía más grande. También jugará un papel importante el aumento en la productividad debido al cambio tecnológico. Desde 1990, la India se ha especializado en la exportación de servicios, particularmente en sectores como la informática. Además, es un buen país para la creación de empresas de alta tecnología porque el sistema indio, con su apego al imperio de la ley y la democracia, puede ofrecer mejores incentivos a los inversores privados que, por ejemplo, China. El momento crucial en la historia económica y demográfica de una nación llega cuando su población urbana excede a la que habita en zonas rurales, y la ONU considera que la mayoría de los ciudadanos de Pakistán vivirán mayoritariamente en urbes a finales de los años 30 del siglo XXI, y los de la India, en la segunda mitad del siglo.
No obstante, y pese al espectacular crecimiento, la producción per cápita en la India y Pakistán esta todavía en torno al 10% respecto de la de EE UU, por ejemplo; de ahí que sean aún considerados países muy pobres. El gran reto de la India está en disminuir el índice de pobreza y el de mortalidad infantil, donde también se encuentra en lo alto del ranking mundial. En el momento de la independencia del Imperio británico, la esperanza de vida en la India apenas llegaba a los 32 años de edad, pero la vacunación, la nutrición, la prevención y el tratamiento de distintas enfermedades infecciosas han mejorado ostensiblemente, lo que ha reducido la tasa de mortalidad y ha puesto la esperanza de vida en torno a los 68 años.