El descubrimiento de Sutton Hoo
La película Laexcavación ( Netflix) nos descubre la historia de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del Reino Unido, que tuvo lugar en la finca de Sutton Hoo, propiedad de Edith Pretty, mientras Europa se preparaba para la Segunda Guerra Mundial. La primera excavación se produjo en 1938, pero el verdadero tesoro saldría a la luz en el 39 al encontrar la huella de un barco, de más de 24 metros de longitud, que contenía un inmenso cargamento de ajuares funerarios intactos de cientos de años de antigüedad, de la época anglosajona: unos 263 objetos entre los que se encontraron armas, cubiertos de plata, hebillas de oro, monedas y un casco decorado con piedras preciosas, posiblemente el objeto más célebre del lote. Aunque basada en una historia real, la cinta se permite ciertas licencias dramáticas. Carey Mulligan da vida a la terrateniente Edith Pretty – que donó el hallazgo al Museo Británico de Londres– y Ralph Fiennes al arqueólogo Basil Brown. Juntos impulsaron la excavación de Sutton Hoo.
MUSEO GUGGENHEIM DE BILBAO. Hasta el 19 de septiembre. Denominados les années folles en el mundo de habla francesa o die wilden zwanziger en los países germánicos, los locos años veinte constituyeron un fenómeno que surgió simultáneamente en todas las grandes ciudades de Occidente. Fueron los tiempos del corte de pelo pixie, la ropa ceñida (subrayando el erotismo), la moda extravagante, las danzas salvajes a ritmo de jazz, el cine como fuente de inspiración y evasión, los ambiciosos planes urbanísticos para las crecientes ciudades y el cuestionamiento de los modelos sociales tradicionales (el matrimonio, por ejemplo). Esta exposición, diseñada por el director de escena operístico y teatral Calixto Bieito, nos muestra todo ello centrándose en Berlín y París (Francia y Alemania habían sido severamente golpeadas por la I Guerra Mundial y los ciudadanos deseaban dejar atrás los años traumáticos), pero incluye también miradas a otros núcleos de vanguardia, como Viena y Zúrich. El deseo del ser humano por la innovación nunca se hizo tan patente como en los años veinte del siglo XX.