LOS MOSQUITOS TRANSGÉNICOS YA SALVAN VIDAS
En Piracicaba (Brasil), la firma Oxitec ha ideado una estrategia contra las enfermedades infecciosas que transmiten los mosquitos hembra: introducir machos genéticamente modificados para acabar con su descendencia.
Sesenta millones de mosquitos transgénicos a la semana. Esta es la capacidad de producción del mayor laboratorio del mundo dedicado a la cría de insectos modificados genéticamente. Su objetivo: combatir a su pariente en estado salvaje, el Aedes aegypti, transmisor de enfermedades tropicales como el dengue, la fiebre amarilla, el chikunguña y el zika. Esta peculiar fábrica de bichos se encuentra en las afueras de Piracicaba, una ciudad de 400.000 habitantes del estado brasileño de São Paulo, y su producto ha sido registrado comercialmente con el nombre de Friendly Aedes (Aedes amistosos, en español) por la empresa británica Oxitec.
Técnicos de esta compañía surgida de la Universidad de Oxford en 2002 y actualmente subsidiaria de la estadounidense Intrexon Corporation se pasean a diario en una furgoneta por los barrios de Piracicaba en los que campan a sus anchas los
Aedes aegypti. Entonces, abren la ventanilla y, sin parar el vehículo, dejan en libertad a 800.000 ejemplares de su propia versión de Aedes. Este año, la siembra de mosquitos transgénicos podría aumentar hasta los quince millones semanales, en función de las necesidades. La misión de este ejército de insectos, todos ellos machos, es encontrar a las hembras y aparearse con ellas, para así dejar en fuera de juego a los normales.
Y es que, afortunadamente para los vecinos de Piracicaba, los machos no pican ni transmiten enfermedades, como sucede en la gran mayoría de especies de mosquitos, en las que solo lo hacen las hembras. El resultado esperado es que estas alumbren mosquitos que incorporen ADN del padre transgénico. Este incluye información genética letal que les provocará la muerte al poco de nacer.
Los machos invasores tampoco disfrutarán de una vida demasiado larga. Tengan o no éxi-
to en el apareamiento, están diseñados para fenecer como muy tarde cuatro días después de haber sido liberados en el entorno por los operarios de Oxitec, a causa de una de las alteraciones genéticas que incorporan. La muerte programada de los machos modificados y de su prole justifica que la empresa defina esta variedad como mosquitos autolimitantes. El elemento principal introducido en los Friendly, que constituyen la cepa OX513A de Aedes aegypti, es un gen que dirige la síntesis de la tTA, una proteína mortífera para los mosquitos incluso en bajas dosis. Los ejemplares afectados solo pueden sobrevivir si son tratados con el antibiótico tetraciclina.
El proceso diseñado por Oxitec consiste en que las larvas de los mosquitos nacidas en laboratorios como el de Piracicaba reciban un tratamiento de tetraciclina que les permite sobrevivir durante unos días. Una vez en el medio natural, fallecen debido a la falta de medicamento, como ocurrirá también con su descendencia. Además, Oxitec ha incluido en los mosquitos un marcador para que sea más fácil reconocer los ejemplares normales de los transgénicos. Así, cuando los técnicos exponen a un grupo de larvas a una luz fluorescente roja, las de la cepa OX513A se iluminan.
ATACA SOLO AL INSECTO DE MARRAS SIN DAÑAR A OTRAS ESPECIES
“Técnicamente, en la actualidad es relativamente fácil introducir un gen en el ADN de un mosquito y crear una variedad transgénica”, explica Xavier Bellés, investigador del CSIC, director del Instituto de Biología Evolutiva y autor del libro La metamorfosis de los insec
tos (CSIC, 2013). La gran ventaja de este nuevo tipo de sistemas de control frente a los insecticidas tradicionales o el DDT es que “la modificación genética introducida en los Friendly Aedes permite luchar específicamente contra el mosquito
Aedes aegypti sin dañar a otros insectos ni causar efectos secundarios en el medio ambiente o la salud de las personas, por lo menos con los datos que se conocen hasta ahora”, indica Bellés.
El inconveniente es que requiere crear miles de millones de ejemplares para garantizar que las hembras no seguirán reproduciéndose con los machos normales. Bellés recuerda que esto no es un problema, porque los mosquitos tienen una capacidad de reproducción sorprendente. Lo que pasa es que en la naturaleza la mayoría de huevos y larvas mueren o son devorados por otros animales, pero en el ambiente controlado de un laboratorio, casi todas las larvas prosperan.
Eso sí, de los millones de ejemplares semanales que produce el mencionado centro, solo sobrevive la mitad de los mosquitos: los machos. Mediante un sistema semimanual de filtro con tamices, los operarios separan las larvas hembras, que son mucho más grandes, y las exterminan. Para asegurarse de que los machos obtenidos son transgénicos, llevan a cabo una segunda selección mediante la citada exposición a la luz fluorescente y la comprobación de que se iluminan por acción del marcador DsRed2.
La variedad inofensiva fue creada en 2002, para lo cual se introdujeron las modificaciones pertinentes en el ADN de mosquitos de la cepa Rockefeller de Aedes aegypti. Según sus creadores, estos mosquitos Friendly son totalmente estables y se mantienen genéticamente inalterables tras 150 generaciones.
HAY QUIEN CREE QUE PIRACICABA HA SERVIDO DE LABORATORIO VIVIENTE
No obstante, el lanzamiento del programa de Piracicaba estuvo rodeado de conflictos y todavía ofrece algunas dudas. El biólogo José Maria Gusman Ferraz, uno de los miembros de la Comisión Nacional de Bioseguridad de Brasil que estudió el proyecto, recuerda que “hubo una presión muy grande para que la propagación de mosquitos se iniciase rápidamente, aunque aún no disponíamos de investigaciones suficientes que asegurasen que el plan no entrañaba riesgo”.
Valéria Rodrigues, jefa de prensa del diputado José Antonio Fernandes Paiva, líder de la oposición en la Cámara de Concejales de Piracica-
ba, explica a MUY que “el proyecto de Oxitec convirtió a los habitantes de la ciudad en una especie de conejillos de Indias”. En marzo de 2015, la oposición política de este Ayuntamiento forzó un debate sobre el asunto en el Consejo Municipal de Protección del Medio Ambiente, pero finalmente “el plan fue autorizado, aunque se saltó el proceso de licitación habitual en estos casos, después de que la compañía invitara al alcalde a un viaje a Inglaterra para venderle el proyecto”, recuerda Rodrigues.
En esa misma fecha, el portal de internet GeneWatch, editado por la ONG Council for Responsible Genetics (CRG), publicó un informe muy crítico con el mosquito transgénico de Oxitec. Entre otras cosas, apuntaba la posibilidad de que las hembras de Aedes aegypti que se liberasen de los machos transgénicos pudieran ser más peligrosas e infecciosas que el resto, o incluso que el exterminio de los A. aegypti provocase una invasión de otros insectos similares, como los mosquitos tigre, Aedes albopictus, potenciales transmisores de las mismas enfermedades.
SEGÚN LOS CRÍTICOS, SE PUEDE EXTENDER LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
En ese mismo sentido, el mencionado informe advertía de que el uso de tetraciclina en laboratorios o fábricas para producir mosquitos modificados a gran escala conllevaba el riesgo de expandir entre la población una resistencia al antibiótico, lo cual podría representar una amenaza significativa para la salud humana y animal. “Los intestinos de los insectos son reservorios para los genes de resistencia a los antibióticos con un gran potencial de diseminación”, indicaba GeneWatch, que citaba diversos estudios al respecto publicados en revistas científicas. Según esta web dedicada a di- fundir una genética responsable, tampoco se puede descartar que los mosquitos transgénicos sobrevivan alimentándose “en áreas contaminadas con el antibiótico tetraciclina, el cual es ampliamente utilizado en medicina y en la agricultura”.
Rodrigues explica, además, que la aprobación por la vía rápida del proyecto arrinconó otra iniciativa para controlar los mosquitos que transmiten el dengue, en este caso desarrollada por la Fundación Oswaldo Cruz, una agencia del ministerio brasileño de salud, en colaboración con el programa internacional Eliminate Dengue. Su técnica consiste en introducir en el genoma del Aedes aegypti una variante de la bacteria Wolbachia pipientis –en concreto la wMel–, presente de manera natural en diversas especies de insectos. Con este procedimiento supuestamente se consigue que los mosquitos modificados dejen de ser transmisores del virus del dengue y quizá del zika. Pero esto también obligaría a producir y liberar en el medio natural miles de millones de ejemplares modificados en el laboratorio para que ocupasen el lugar de los naturales.
LAS DUDAS CHOCAN CON EL ÉXITO DE LAS PRUEBAS DE CAMPO
La acusación más grave difundida contra Oxitec relacionaba sus actividades en Brasil con la aparición del brote epidémico de zika en el país sudamericano. En un ejercicio de lo que ahora se conoce como posverdad, el portal de internet Diario Octubre publicó en febrero de 2016 una noticia titulada: “Increíble: Oxitec, una empresa británica, ‘inventó’ el virus zika”. El texto se basaba exclusivamente en la coincidencia en el tiempo entre los trabajos de la compañía en Piracicaba y la detección de las primeras infecciones de zika en el país, sin aportar ninguna base científica ni contrastar fuentes.
Evidentemente, Oxitec ha negado esta y otras acusaciones que ponen en cuestión la seguridad y la efectividad de su mosquito transgénico. La empresa asegura que todos los estudios publicados en revistas científicas sobre este insecto modificado avalan el proyecto, además de destacar que en los últimos cinco años han realizados ensayos en Malasia, las islas Caimán y Tailandia sin que se hayan producido resultados adversos significativos.
Estos datos fueron usados por Oxitec para convencer a la OMS y al Gobierno brasileño de los efectos positivos de su iniciativa, y Piracicaba ha sido la primera ciudad en autorizar la suelta masiva de mosquitos transgénicos. Un artículo publicado en el Boletín de la Organización Mundial de
la Salud destaca que, según la Comisión Nacional de Bioseguridad de Brasil, el mosquito OX513A desarrollado por Oxitec “no presenta ningún riesgo biológico nuevo ni para los humanos ni para el medio ambiente, por lo que se podía autorizar su liberación al medio”.
Después de los primeros meses de propagación continuada de mosquitos modificados, en julio de 2016 el servicio de Vigilancia Epidemiológica de Piracicaba divulgó los resultados de un estudio que indica que en el distrito de CECAP/Eldorado, un área poblada por unos 5.000 vecinos donde se llevó a cabo el primer ensayo con el OX513A, la epidemia de dengue pasó de 133 casos registrados en el periodo 2014-2015 a solo doce en el 20152016; es decir un descenso del 91 %. En cambio, en el resto del municipio de Piracicaba, donde no se ha probado la nueva variante del mosquito pero sí otras medidas de control sanitario, el dengue se ha reducido un 52 % –de 3.487 casos a 1.676–. “Los resultados publicados en revistas científicas solventes sobre la reducción de la incidencia de estas enfermedades en las zonas en las que se han soltado mosquitos modificados son espectaculares”, concluye Bellés.