Las flores olvidadas de Málaga
Tras su visita a España en 1837, el botánico suizo Edmundo Boissier describió la especie Linaria salzmannii, una planta propia de sustratos arenosos que crecía en Granada y Málaga. Pero en aquella época el científico nunca llegó a comprobar su presencia en el occidente de esta última provincia, quizá por la presencia de bandoleros. Aquello dio origen a un equívoco que ha perdurado casi doscientos años.
Ahora, un equipo de investigadores de las universidades de Granada y Almería ha observado que las plantas malagueñas difieren notablemente de las de Granada: tienen flores con espolón más largo y recto, de un uniforme e intenso color violeta, a excepción de una mancha amarilla en la entrada al tubo de la corola, con venas violáceas poco visibles.
“Estas y otras consideraciones nos llevaron a describir la nueva especie, Linaria becerrae. Por error se había pensado previamente que la mencionada por Boissier era la malagueña”, explica Gabriel Blanca, investigador en la Universidad de Granada y autor principal del estudio, que ha sido publicado en la revista Phytotaxa.
Poblaciones que hay que proteger. Linaria becerrae es exclusiva de la zonas aledañas al desfiladero de los Gaitanes. La planta forma allí comunidades de hierbas de rápido desarrollo en sustratos que resultan de la descomposición de conglomerados y areniscas detríticas. “Aunque es frecuente en esta área, la extensión de estos sustratos es muy reducida, por lo que debería formar parte del catálogo de especies protegidas”, concluye Blanca.