Nace Amasia, el supercontinente
En los años noventa, una idea empezó a circular entre la comunidad geológica: como ocurrió en el pasado varias veces, las tierras emergidas se volverán a agrupar en un solo continente. El último episodio de este tipo sucedió hace unos 300 millones de años, con la formación de Pangea.
Christopher Scotese, de la Universidad de Texas, ha llegado a este futurible tras estudiar los movimientos de la corteza terrestre a través del proyecto Paleomap. Según sus cálculos, dentro de 50 millones de años se secará el mar Mediterráneo y la colisión entre Europa y África hará emerger una cordillera hasta donde hoy se encuentra el golfo Pérsico. Pero solo sería el primer encontronazo.
Un estudio publicado en la revista Nature en 2012 puso nombre al próximo supercontinente: Amasia. Como su nombre indica, surgiría de la fusión de América y Eurasia dentro de unos 100 millones de años. Los autores del trabajo creen que Australia y la Antártida migrarán hacia el norte y el Atlántico crecerá hasta convertirse en la principal masa acuática del planeta. El mar Caribe y el océano Ártico desaparecerían, por su parte, del mapa.
¿Y cómo afectaría el nuevo reagrupamiento a la vida del planeta? Aparte de que todo cambiaría –el clima, el régimen de vientos y corrientes...–, la reducción de perímetro costero perjudicaría a la biodiversidad marina, ya que esta se acumula en las aguas cálidas y poco profundas. Además, el interior de Amasia sería muy árido, lo que empobrecería por añadidura la fauna y la flora de tierra adentro.