QUÉ SERÁ DE LA TIERRA EN LOS PRÓXIMOS 10.000 MILLONES DE AÑOS
Como todas las estrellas y planetas del cosmos, la Tierra tiene fecha de caducidad, pero antes sufrirá innumerables cambios... y calamidades. Te proponemos un viaje en el tiempo por los escenarios que imaginan los expertos.
Si nada la saca de su órbita, condenándola a vagar por el cosmos como una bola de hielo, la Tierra continuará su recorrido alrededor del cálido Sol al menos 5.000 millones de años más, tal y como lo ha hecho los últimos 4.500 millones. Pero el panorama no es halagüeño; de hecho, todo irá –previsiblemente– a peor.
Para hacernos una idea de los cambios que se avecinan, basta con echar un vistazo a lo que ocurrió en el pasado: hace 700 millones de años, la Tierra estaba completamente congelada; hace 250 millones, solo había un continente, Pangea; y hace 50 millones, la Antártida era un frondoso bosque. Tanto las variaciones de temperatura como el impacto de meteoritos han originado cinco extinciones masivas de la vida terrestre, durante las cuales desapareció hasta el 90 % de las especies.
Lejos de ser un ejercicio baladí de especulación acerca de los procesos geológicos, climatológicos y astronómicos que están por venir, anticipar cómo será nuestro hogar los próximos cientos y miles de millones de años puede servirnos para definir mejor los límites de la biología y, por extensión, buscar más eficazmente exoplanetas con los requisitos para que prolifere. O, quizá, el futuro mundo donde deberíamos empezar a mudarnos.
Es verdad que la huella tecnológica humana puede considerarse una poderosa fuerza transformadora por sí misma: todo lo que hemos fabricado a lo largo de la historia ya pesa treinta billones de toneladas, y el calentamiento global es una inquietante realidad. Sin embargo –¡atención, spoiler!–, a largo plazo no tendremos importancia. Todo arderá en un gran fuego, porque nuestro sol se hinchará cuando haya consumido todo su hidrógeno, lo que quizá desestabilice el Sistema Solar. Y las estrellas del universo también se irán apagando en un acto final frío y oscuro. ¿Preparado para un viaje con turbulencias? Pues pasa página...