¿Protección o privacidad?
Estos son los cinco argumentos que tienes que tener en cuenta si quieres defender tu derecho a la intimidad en el actual mundo hiperconectado.
La estrategia del Gran Hermano se sostiene sobre dos pilares argumentales. El primero es que te vigilan para protegerte. El segundo, que si no tienes nada que ocultar, no tienes nada que temer. En realidad, los dos son el mismo, porque dan a entender que la vigilancia te salva de cualquier peligro, salvo cuando el peligro eres tú. Pero ambos son falsos. Ahí van cinco argumentos para defender tu derecho a estar seguro sin estar vigilado. 1. No siempre estuvimos tan controlados. El estado de vigilancia actual es hijo de internet y el 11-S. Nos observan porque técnicamente pueden, pero también porque el atentado facilitó su legalidad. Se aplica la doctrina del shock: aprovechar la confusión que sigue a un ataque para inyectar doctrinas absolutistas sobre una población aterrada. Los derechos civiles se ganaron con sangre; no podemos perderlos a cambio de una app. más contra2. Más seguridad.las Torres vigilancia Gemelas,Desde no el equivaleesta atentadose a ha sin multiplicadoembargo, el terrorismo exponencialmenteno ha dis- y, minuido; ha sido más bien al revés. Ni la poderosa agencia británica de inteligencia GCHQ pudo detener los atentados en Londres y Mánchester. Lo mismo sucedió en Madrid, Bruselas, Boston o París, pese a que muchos de sus responsables eran vigilados por la policía. 3. Más vigilancia sí equivale a más armas peligrosas. Parte del arsenal de ciberarmas de la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. y la CIA ha acabado en el mercado negro, al alcance de organizaciones criminales y redes terroristas. Sabemos que esas herramientas, diseñadas con dinero público para
la protección de la sociedad civil, se han vuelto contra esta, y que las agencias responsables no habían diseñado escudos contra ellas.
4. La acumulación de nuestros datos no nos protege, nos expone. Si las agencias más poderosas son incapaces de mantener su arsenal bajo llave, es imposible creer que nuestros datos están mejor protegidos. Si existe un dosier con los detalles de nuestra vida, es solo cuestión de tiempo que pueda volverse en nuestra contra. 5. La vigilancia es un peligro en sí mismo. Los Gobiernos que reducen los derechos civiles de sus ciudadanos nunca hacen que mengüe el crimen. De hecho, suele aumentar, pero ya no figura en las estadísticas porque los delitos los comete la autoridad.