¿Dónde vas a estar mejor que en la ofi?
La página web de la ciudad del Banco Santander, en la localidad madrileña de Boadilla, exhibe orgullosa todas las ventajas de su mundo privado: centro de formación, de educación infantil con capacidad para quinientos niños, instalaciones deportivas, campo de golf, líneas internas de autobús, servicio médico... En otra zona de Madrid, se alza la ciudad de Telefónica, con 140.000 m2 y capacidad para 14.000 trabajadores, restaurantes, guarderías y farmacia. Por su parte, Cepsa aprovechó en 2015 su mudanza a la Castellana para implantar en su torre una nueva cultura empresarial, sin espacios fijos para el trabajo y flexibilidad de horarios. Y en el flamante edificio del BBVA, conocido como la Vela–, los despachos han desaparecido en favor de espacios abiertos y polivalentes, gimnasio, restaurantes, tintorería, arreglo de calzado y una escuela infantil. Google, además de su famoso futbolín, fue una de las pioneras en implantar deportes en la empresa, y Endesa financia el 50% de la actividad física de sus empleados.
AHORRAR COSTES. Todas las grandes empresas se han devanado los sesos en los últimos años buscando beneficios para sus empleados más allá del sueldo o la plaza de garaje. No lo hacen por altruismo; los costes por pérdida de productividad y bajas por enfermedad ascienden a 136.000 millones al año en Europa, según la Funda- ción Máshumano. Estas nuevas ideas son una manera de ahorrar dinero a medio y largo plazo.
¿Son eficaces? Patrick Legeron, psiquiatra y fundador de Stimulus, consultoría para la mejora del bienestar en el trabajo, declara que el rediseño de las oficinas “puede parecer la solución, pero no lo es. Vemos empresas con pinta de ser estupendas para trabajar, porque tienen buenas instalaciones, restaurante, esas cosas… Pero el nivel de estrés es muy alto. En otras con peores servicios pero mejor relación con la dirección y más espacio para la creatividad el nivel de estrés es mucho más bajo. Así que las empresas no deberían fijarse únicamente en el entorno físico”. La relación entre el jefe y el empleado sigue siendo la clave en la oficina.