Los niños más listos viven más
Un grupo de científicos de la Universidad de Edimburgo ha encontrado una sólida relación entre inteligencia y esperanza de vida, y la ha descubierto tras realizar un trabajo verdaderamente concienzudo: el análisis de las estadísticas referentes a casi todos las escoceses nacidos en 1936. En concreto, los investigadores cotejaron la puntuación de los test de inteligencia que realizaron a esas personas cuando tenían once años –exigidos por una orden gubernamental de 1947– con su longevidad.
El resultado es que los cocientes intelectuales más altos correspondían, en general, a un menor riesgo de morir antes de cumplir ochenta años por las causas comunes: dolencias cardiacas, cánceres causados directamente por el tabaco, enfemedades digestivas o respiratorias y demencia. Además, descubrieron que en el caso de los hombres también se reducía el peligro de suicidio. Los autores del informe tuvieron en cuenta las desigualdades socioeconómicas de los individuos, pero estas no predecían las diferencias en su estado de salud como lo hacía la inteligencia.