LA DINAMO ESTELAR
El Sol se comporta de acuerdo con las leyes del electromagnetismo, ahí está la clave de su actividad. Sus líneas invisibles son responsables de las explosiones que influyen en el clima espacial, los campos magnéticos interplanetarios y la radiación que envuelve el Sistema Solar. Pero todavía hay muchos misterios por resolver. Se sabe que la actividad magnética sigue ciclos de unos once años, crece hasta un máximo y decrece hasta un mínimo.
En los puntos álgidos, el campo magnético está más enredado y más desordenado y es proclive a producir erupciones. En los mínimos, está más concentrado en los polos y la superficie se muestra más homogénea, sin manchas solares. Otra línea de estudio está en predecir la duración de estos ciclos, que en las últimas décadas se han ido ralentizando.
¿ESTÁ PERDIENDO FUERZA? “Los picos son más bajos y los mínimos más extendidos”, explica Socas. Esto puede influir en el clima terrestre y hacer que bajen las temperaturas. Algo así pasó entre 1645 y 1715, en la pequeña Edad de Hielo, con inviernos muy crudos en todo el mundo. Durante este periodo, conocido como mínimo de Maunder, los astrónomos solo registraron cincuenta manchas solares, cuando lo típico hubieran sido unas 40.000 o 50.000.