¿Para qué sirven las simulaciones virtuales?
Los algoritmos y la capacidad de computación de los ordenadores actuales permiten crear verdaderas realidadesparalelas en 3D para averiguar cómo se comportan materiales, medicinas u objetos industriales antes de fabricarlos.
Llamamos modelos a las representaciones convenientemente simplificadas de un objeto al que se somete a estudio. Un exponente muy claro es el de los famosos dummies, muñecos o maniquíes antropomórficos que emplean los fabricantes de vehículos para comprobar las consecuencias de un impacto en la anatomía de los pasajeros humanos, sin necesidad de ponerlo a prueba con ocupantes reales.
En la era digital, los modelos computacionales o virtuales aplican este antiguo concepto con una sofisticación asombrosa: diseñadores, ingenieros y científicos de numerosas disciplinas pueden simular en 3D mediante potentes ordenadores desde los efectos de un terremoto sobre un edificio hasta la proliferación de los tumores en los órganos o cómo se expande el virus de la gripe por una ciudad.
La ventajas de estas técnicas en continua mejora son obvias, ya que ahorran dinero, tiempo y los riesgos que acarrea realizar ensayos de prueba y error en el mundo real. Si nos circunscribimos al campo de la investigación médica, por ejemplo, el software de simulación puede sustituir, hasta cierto punto, los experimentos con animales de laboratorio o los test clínicos en humanos.
Esta infografía detalla algunas de las aplicaciones más importantes de las simulaciones virtuales.