Falta inversión en I+D y eso nos aleja de Europa
En verano se presentó la última edición del informe que cada año lleva a cabo la Fundación Cotec sobre ciencia e innovación. Entonces, su presidenta, Cristina Garmendia, ya advirtió de que los datos no eran precisamente positivos y que resultaba “urgente” revertirlos para que España pudiera tener un papel protagonista “ante las oportunidades y desafíos que prometen transformar aún más la sociedad” de hoy. En dicho informe, se alerta sobre que el conjunto de la UE invierte hoy un 25% más en I+D que antes del inicio de la crisis económica, mientras que nuestra economía invierte un 10% menos.
UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA. Según los últimos datos, en 2015, el gasto total en I+D ejecutado subió un 2,74 % respecto al año anterior y llegó a alcanzar los 13.172 millones de euros, la primera subida significativa desde 2008. Dicho incremento se observó en todos los sectores: empresas (2%), administraciones públicas (4,6%) y centros de enseñanza superior (2,7 %). Sin embargo, esa cifra también implica que el esfuerzo en I+D –es decir, el gasto en relación con el PIB (que ese año creció un 3,2%)– sigue perdiendo peso en nuestro país, y es el quinto año consecutivo. En ese mismo 2015, el promedio de investigadores en España era de 6,8 por cada mil ocupados –tres años antes se había llegado a los 7,3–, netamente inferior al promedio europeo, que es de 7,9.
Así las cosas, no es de extrañar que en 2016 España abandonara el top ten del ran
king mundial de producción científica para colocarse undécima, tras experimentar un descenso del 5% respecto a 2014.