MAY FRENCH SHELDON (1847 - 1936)
AL KILIMANJARO VESTIDA DE GALA
Su padre era un rico estadounidense, ingeniero y dueño de plantaciones, y su madre poseía buen nivel intelectual e interés por la medicina. Estos orígenes ayudaron a que May, nacida en Pensilvania, diera rienda suelta a su sueño de explorar mundo.
Después de estudiar en Italia, se casó con el banquero Eli Lemon Sheldon en 1876, y se instaló con él en Londres. Allí fundaron una editorial cuya actividad encendió aún más el interés de May por África, que había surgido al oír hablar a su padre con el famoso explorador Henry Morton Stanley.
Porteadores escépticos. Su marido no solo permitió a May lanzarse a la aventura, sino que la admiraba por ello. En pleno auge de las expediciones al continente africano, quiso demostrar no solo que podían ser llevadas a cabo por mujeres, sino también que podían ser totalmente pacíficas. Cuando llegó a Mombasa (Kenia), le costó contratar a porteadores para que fueran con ella, pero una vez en ruta supieron apreciarla por su buen talante.
May llegó como una reina a las tierras de los masáis y al Kilimanjaro, con una bañera de zinc y elegantes vestidos en su equipaje. Viajaba sobre una plataforma llevada a hombros por porteadores, y se presentaba ante los jefes de las tribus con una espada colgada en la cintura. Posteriormente hizo otras dos expediciones y narró todas sus aventuras en un libro titulado De sultán en sultán.