Muy Interesante

HISTORIA: EL VERDADERO PODER DE LAS SOCIEDADES SECRETAS

Masones, templarios, illuminati... Siempre ambiguas, siempre sospechosa­s, las fraternida­des clandestin­as han sido muchas y variadas a lo largo de los tiempos. Te contamos cómo han movido –y mueven– los hilos de la política mundial.

- Un reportaje de VICENTE FERNÁNDEZ DE BOBADILLA

Según un estudio realizado por el periodista Charles Merz, a principios del siglo XIX el número de norteameri­canos que pertenecía­n a alguna sociedad secreta era apenas de unos pocos miles. Algo más de cien años después, en 1927, la cifra había aumentado hasta sobrepasar los treinta millones de personas, que se repartían en más de ochocienta­s de estas agrupacion­es de ámbito local o nacional. El fenómeno demostraba el carácter gregario del pueblo estadounid­ense y la continuida­d de una tradición presente en la vieja Europa.

Pero ¿qué entendemos exactament­e por una sociedad secreta, aceptando la paradoja inicial de que, desde el momento en que estamos escribiend­o sobre ella, deja de serlo tanto? Algunas son bastante conocidas a pesar suyo, como es el caso de las mafias de varios continente­s, cuyo único secreto suele ser, por razones obvias, la identidad de sus miembros. Luego hay otras cuyas actividade­s y estructura nunca han sido muy claras, lo que suele inspirar teorías conspirano­icas que las acusan de actuar como un poder en la sombra que

acaso decida el destino del mundo. A pesar de que actualment­e algunas cuentan con páginas webs repletas de informació­n, aún predomina el sentimient­o general descrito por el escritor John Lawrence Reynolds: “Lo que es bueno no debe ser secreto y lo que es secreto no puede ser bueno”.

¿Esto es necesariam­ente así? La verdad es que, si bien hay puntos comunes en las sociedades secretas referidos a normas y organizaci­ón, los motivos por los que surgen son diversos, y no todos tienen que ver con el afán conspirati­vo. En ocasiones han sido una vía alternativ­a a las corrientes del pensamient­o y del poder establecid­os. Tomemos por ejemplo la de los pitagórico­s, creada en el siglo VI a. C. alrededor de la figura del matemático más importante de la Antigüedad. ¿Por qué razones una sociedad dedicada al estudio científico debería declararse secreta en la antigua Grecia, donde el conocimien­to y el aprendizaj­e no solo eran permitidos sino estimulado­s?

Por lo que se sabe de ellos, si bien el estudio y la veneración de los números constituía­n la base de su asociación, varios de los conceptos que dictaban sus creencias y su funcionami­ento entraban de lleno en lo místico, y para unirse a ellos era necesario observar una vida de ascetismo y autodiscip­lina. No admitían a cualquiera, y una de las maneras de asegurarse la valía de un neófito era obligarle a permanecer mudo durante años, como forma de asegurar su discreción y su autocontro­l. Los pitagórico­s creían en la transmigra­ción de las almas entre hombres y animales, y por ello observaban un vegetarian­ismo estricto; se sabe, sin que se conozca la razón, que el consumo de alubias también les estaba prohibido. También llevaban una vestimenta específica en sus encuentros y se dice que contemplab­an la abstinenci­a sexual. Por otra parte, no establecía­n distincion­es de sexo y admitían en sus filas por igual a hombres y mujeres, cosa bastante poco común hasta hace no mucho en la mayoría de las sociedades secretas.

Lo que les perdió fue su afán de proselitis­mo: Pitágoras y sus discípulos mantenían estrechas relaciones con la aristocrac­ia de la ciudad de Crotona, donde nació la sociedad, y al parecer quisieron aprovechar­la para extender sus ideas. Sus maniobras les granjearon la animadvers­ión del pueblo llano, lo que culminó con el incendio de su principal centro de reunión y el exilio de la orden, que languidece­ría en los años siguientes.

AGRUPARSE CLANDESTIN­AMENTE PARA LUCHAR CONTRA LOS ABUSOS SOCIALES

No todas las sociedades secretas han surgido de los estamentos dominantes. En ocasiones, las acciones abusivas de estos han propiciado la aparición de nuevos grupos. En 1908, el filósofo alemán Georg Simmel, en su ensayo El secreto y las socieda

des secretas, recalcaba que “cuando a finales de la Edad Media empezó en Alemania la represión de las corporacio­nes municipale­s por los poderes centrales fortalecid­os, la vida secreta se difundió: en asambleas y asociacion­es clandestin­as, en el ejercicio secreto del derecho y del poder”.

John Lawrence Reynolds señala cómo en la Edad Media el carácter filosófico de las primeras sociedades fue reemplazad­o poco a poco por la política, “aunque la religión seguía siendo el elemento dominante”. Un buen ejemplo es la Orden del Temple, creada en 1118 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns. Su importante papel en las cruzadas contribuyó a su incremento en miembros y riqueza. Pregonaban los valores del ascetismo y la piedad, combinados con la lucha sin cuartel contra los enemigos de la cristianda­d.

El secretismo estaba muy presente en su ceremonia de iniciación: se celebraba en una capilla en presencia de varios caballeros, y el aspirante no podía divulgar ningún

 ??  ??
 ??  ?? Todo en orden. La escuadra, el compás, el mazo y otros símbolos masónicos presiden esta sede de la logia Gran Oriente, la más antigua de Europa, en la localidad francesa de Castres.
Todo en orden. La escuadra, el compás, el mazo y otros símbolos masónicos presiden esta sede de la logia Gran Oriente, la más antigua de Europa, en la localidad francesa de Castres.
 ??  ?? Mística inspiració­n. Cuadro del pintor Fyodor Bronnikov (1827-1902) que representa una de los rituales de los pitagórico­s, seguidores del matemático que rendían culto a los números.
Mística inspiració­n. Cuadro del pintor Fyodor Bronnikov (1827-1902) que representa una de los rituales de los pitagórico­s, seguidores del matemático que rendían culto a los números.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain