SATURNO: sorpresas en torno al señor de los anillos
El segundo planeta del Sistema Solar, después de Júpiter, cuenta con una atmósfera compuesta por un 75% de hidrógeno y un 25% de helio, además de trazas de otras sustancias, como metano y agua congelada. Fragmentos de hielo y roca de diferentes tamaños, con las formas más variadas, conforman sus característicos anillos.
Este coloso de gas y sus lunas han sido explorados por la misión Cassini-Huygens, un proyecto conjunto de la NASA y la ESA operativo entre julio de 2004 y septiembre de 2017.
ENCÉLADO
De todas las lunas heladas del Sistema Solar, esta es la que quizá ofrece mayor potencial para albergar vida. Los datos de la sonda Cassini revelaron que bajo su gruesa cáscara de hielo se oculta un océano de agua salada de hasta cincuenta kilómetros de profundidad sobre un lecho rocoso.
Más de un centenar de géiseres brotan de cuatro enormes fracturas en el polo sur del satélite, lo que conforma un penacho de vapor y partículas de hielo extendido a lo largo de cientos de kilómetros so- bre la superficie. La composición de las partículas eyectadas, analizada por la Cassini, incluye sales carbonatadas, polvo de silicio y moléculas orgánicas de gran tamaño, lo que sugiere una actividad hidrotermal similar a la del lecho marino terrestre. El vapor es principalmente de agua, con trazas de compuestos orgánicos sencillos, CO y amonia2 co, ingredientes clave para el origen y el sustento de la vida.
En 2019, la NASA decidirá si manda una nueva sonda a Encélado y que alcanzaría Titán. La fundación Breakthrough Prize, dirigi- da por el multimillonario ruso Yuri Milner, también estudia enviar una misión a la primera.
TITÁN
El más grande de todos los satélites saturnales –hay confirmados 62, aunque su número podría superar los doscientos– destaca por su densa atmósfera, sobre todo formada por nitrógeno. La nave Cassini logró traspasar su bruma y desveló un paisaje de ciencia ficción. “Titán tiene un relieve hostil y variado, con rocas de hielo y suaves colinas. También había lagos, mares y cauces de hidrocarburos, como el metano y el etano. Es el único lugar del Sistema Solar donde se han descubierto líquidos de forma estable en grandes áreas”, indica la astrónoma Montserrat Villar.
Aunque no hay H O líquido superficial, merece prestar atención a Titán porque recuerda a la Tierra primigenia. Según Martínez Frías, “presenta un ciclo similar al del agua. La diferencia es que los ríos, mares y océanos que erosionan el terreno, transportan materiales y transforman químicamente los ambientes son de hidrocarburos”.
Además, la misión Cassini descubrió que Titán sufre fuertes mareas causadas por la atracción gravitatoria de Saturno. Los investigadores sugieren que ese fenómeno se debe a la existencia de un material muy deformable en su interior, tal vez un océano subterráneo de agua líquida.