La descubridora que murió decapitada
Pocos saben que la científica y aventurera alemana Gudrun Corvinus formó parte del equipo original de investigación que descubrió a la famosa Lucy en Hadar (Etiopía). Nacida en Polonia en 1932, se especializó en geología, paleontología de vertebrados y arqueología del Paleolítico. En 1971, Maurice Taieb, principal geólogo de la Expedición Internacional para la Investigación de Afar, la invitó a participar en las campañas científicas en esa región etíope.
Corvinus llegó al campamento base de Hadar, junto al río Awash, en octubre de 1973 y empezó a investigar los grandes depósitos fluviales del lu- gar. Allí descubrió las primeras herramientas líticas en las márgenes de los ríos Sidi Hakoma y Kada Hadar, tributarios del Awash. Sus excavaciones a pequeña escala permitieron recuperar bifaces y lascas en parajes creados por paleocanales fluviales. Esos primeros útiles se clasificaron como de factura achelense del Pleistoceno medio (780.000-128.000 años).
DE ÁFRICA A LA INDIA. En 1974 extendió sus pesquisas al río Kada Gona, donde encontró el primer yacimiento con herramientas muy antiguas, que fue denominado Afaredo I. Corvinus no llegó a excavarlo a fondo por la inestable situación política que agitaba a Etiopía y por desavenencias con colegas como Donald Johanson. Entonces dejó su trabajo en Hadar y emprendió nuevos proyectos en yacimientos de la India y Nepal. Casada con un científico indio, fue una viajera incansable que disfrutaba del contacto con distintas gentes y culturas.
El 7 de enero de 2006, con 74 años, fue hallada apuñalada y decapitada en su casa de Pune (Maharashtra). Su cabeza apareció en el lecho de un río cercano. Fakir Mohammed Shaikh, agente inmobiliario de veintisiete años, fue declarado culpable de asesinato, robo y destrucción de pruebas, y condenado a cadena perpetua.