¡Más píxeles, esto es la guerra!
La carrera de los super-televisores con superpantallas de altísima resolución se parece a la de los dibujos animados de Los autos locos. Nadie la puede parar, nadie la quiere parar. Y cuando acaba, es solo temporalmente, porque enseguida aparece alguna marca con un nuevo pepino que pone a la competencia a estrujarse las meninges para ponerse a la altura.
Ahora le toca a LG, que ve antes que nadie la bandera a cuadros con la primera pantalla del mundo que reúne estos tres atributos: 8K OLED de 88 pulgadas. Esta salvajada quiere decir que tiene una resolución de 7.680 x 4.320 píxeles, cuatro veces más que el actual 4K y dieciséis ve- ces más que el estándar Full HD de 1.920 x 1.080 píxeles. Al ser OLED, cada píxel de la pantalla emite su propia luz, sin necesidad de retroiluminación, lo que se traduce en ratios de luminosidad muy superiores a los de los televisores convencionales y un equipo con el grosor del papel de fumar. Y todo con 88 pulgadas, un tamaño suficiente para que tires la pared del salón y la cambies por este LG.
Los críticos dicen que para qué quieres una tele 8K si apenas existen contenidos con esta resolución marciana. Tiempo al tiempo: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ya se retransmitirán en 8K, y se espera que eso cambie las cosas.