USAN LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA RECONOCER BATRACIOS POR SU CANTO
Entre los muchos efectos del calentamiento global hay uno bien curioso: el aumento de la temperatura ambiental parece modificar el comienzo, la duración y la intensidad de las llamadas de las ranas y sapos macho a las hembras. Por eso, escuchar estos reclamos sexuales sirve como indicador del cambio climático.
BARULLO SELVÁTICO. Para estudiar el fenómeno se usan redes de sensores inalámbricos, distribuidos en áreas que ocupan varios cientos de kilómetros cuadrados. El problema es que se recoge una cantidad enorme de información bioacústica en ambientes tan ruidosos como una selva, lo que dificulta la identificación de las especies. Con el fin de solucionarlo, ingenieros de la Universidad de Sevilla han recurrido a la inteligencia artificial. “Hemos segmentado los cantos y clasificado sus frames o fragmentos mediante los llamados árboles de decisión, una técnica de aprendizaje automático usada en computación”, explica Amalia Luque Sendra, coautora de este trabajo, que ha publicado la revista Expert Systems with Applications.
La nueva herramienta se puso a prueba con sonidos reales de sapos grabados en plena naturaleza, facilitados por el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Con gran éxito: la tasa de acierto en la clasificación de especies se aproximó al 90 %.