HACE 500 AÑOS
EUROPA, CONVULSA POR EL BAILE DE SAN VITO.
Entre los siglos XIV y XVII se produjeron en el Viejo Continente varios episodios de un extraño fenómeno, conocido popularmente como baile de san Vito, en honor al niño mártir al que se invocaba para tratar de remediarlo –el grabado de la derecha, obra de Hendrik Hondius (1642), muestra uno de ellos–. El brote más intenso registrado tuvo su apogeo a comienzos de agosto de 1518 en Estrasburgo. Por distintas fuentes puede concluirse que a lo largo del mes más de cuatrocientas personas danzaron compulsivamente en las calles, sin poder parar. Cada día, unas quince fallecían agotadas y como consecuencia de infartos y derrames cerebrales.
En el siglo XIX, se relacionó con la corea de Sydenham, una enfermedad infecciosa del sistema nervioso central causada por una bacteria. Las posibles explicaciones de estos casos son muy diversas, e incluyen intoxicaciones con el cornezuelo del centeno, hambrunas –que pudieron provocar las fiebres altas que motivaban aquellos movimientos–, histerias colectivas, etc.