HOMEOPATÍA: AGUA CON AZÚCAR VENDIDA A PESO DE ORO
Es la más popular de las seudoterapias. Su principio básico es que una sustancia que provoca los mismos síntomas que una enfermedad puede curar esta; y que cuanto más pequeña es la dosis administrada de esa sustancia, mayor es su efecto. De ahí que los compuestos presuntamente curativos se diluyan en agua en proporciones a veces equivalentes a disolver una aspirina en el Atlántico. Esta medicina alternativa fue creada por el médico alemán Samuel Hahnemann en 1796.
Los productos homeopáticos se componen básicamente de agua y azúcar, y nunca han demostrado más efectividad que el placebo. Pero se benefician de una legislación europea a su medida, fruto de las presiones de las poderosas industrias del sector alemana y francesa, que les otorga la categoría de medicamentos sin demostrar que sanen algo; solo han de probar que son seguros, como una gominola.
La venta en farmacias, obligatoria al considerarse medicamento, otorga a la homeopatía un plus de credibilidad ante los consumidores. Es algo con lo que quiere acabar el Ministerio de Sanidad, que cuenta con el apoyo de las sociedades científicas españolas de farmacéuticos para sacar esta práctica de los despachos de farmacia. Otra posible vía que explora el Gobierno, dentro de los límites que marca la directiva europea (la 92/73/CEE, actualizada en la 2001/83/CE), es que los productos homeopáticos dejen claro en el etiquetado que no se ha demostrado que curen nada. El paso definitivo, obviamente, sería trabajar en Bruselas para modificar esa norma, dado el consenso existente en la comunidad científica mundial sobre la inutilidad y los riesgos de la homeopatía.
En el último cuarto de siglo, España ha incumplido sistemáticamente la directiva europea sobre el control de los productos homeopáticos. La norma obligaba desde 1992 a que estos preparados se inscribieran en un registro y contaran con una autorización de la Administración sanitaria nacional para su venta, algo que nunca se ha hecho. “Los productos homeopáticos se han vendido aquí sin autorización y sin pagar tasas de comercialización durante más de veinticinco años”, dice el abogado Fernando Frías, miembro del Círculo Escéptico y experto en seudoterapias.
El anterior Gobierno del PP iba a regularizar la situación de forma muy generosa con las multinacionales de la homeopatía: no les iba a cobrar las tasas atrasadas y les iba a hacer una millonaria rebaja en las nuevas, frente a las que pagan las medicinas de verdad. Veremos qué hace el Gobierno de Pedro Sánchez.