CONVIÉRTETE EN UN GENIO
ESTE TIPO DE ESTIMULACIÓN TAMBIÉN PODRÍA POTENCIAR LA MEMORIA, PALIAR EL DETERIORO COGNITIVO Y ECHARNOS UN CABLE A LA HORA DE DECIDIR. HASTA EL EJÉRCITO NORTEAMERICANO SE HA INTERESADO EN ELLA PARA MEJORAR LAS CAPACIDADES DE SUS SOLDADOS.
Visto lo visto, si los impulsos eléctricos producidos por un campo magnético en el cráneo pueden modificar la manera en que funcionan las neuronas, ¿por qué no extender su uso más allá de los tratamientos médicos? ¿Y si se empleara para estimular la memoria, la atención o la concentración? “Se está trabajando en ello, esto es, en lograr que las neuronas de esas áreas del cerebro se conecten mejor y, así, se potencien las capacidades cognitivas –afirma la psiquiatra María Inés López-Ibor–. Hay países, como Estados Unidos, donde la estimulación magnética transcraneal (EMT) se utiliza como antioxidante, como herramienta preventiva de la pérdida de memoria en personas de edad avanzada”.
UNO DE LOS NEUROCIENTÍFICOS VOLCADOS EN ELLO ES ALLAN SNYDER, DEL CENTRO PARA LA MENTE, en la Universidad de Sídney, que investiga cómo las conexiones neuronales, en continuo cambio, pueden verse influidas por las señales que recibe el cerebro. En varios experimentos, ha demostrado que la EMT puede bloquear las áreas del cerebro responsables de las funciones cognitivas de alto nivel y, con ello, promover la expresión del talento que duerme arropado por las paredes del cráneo. Algunas de estas capacidades propias de los savants –aquellos que sufren el llamado síndrome del sabio– pueden ser una memoria excepcional, habilidades matemáticas increíbles –como hacer una división de cabeza con mil decimales– o dotes extraordinarias para el dibujo o la música.
A Snyder le llamó la atención que, curiosamente, son dones que se dan con frecuencia en los autistas, la mitad de estos savants lo son. ¿Por qué un niño que no reconoce a su madre, no puede hablar ni posee coordinación motora hace operaciones matemáticas con la soltura de un superdotado?, se preguntó Snyder. Este neurocientífico pensó que tal vez la respuesta se halla en que la parte de su cerebro que está desconectada –la zona encargada de las funciones de alto nivel, como la planificación y el control de la conducta– permite acrecentar ciertos supertalentos. En eso se centra la investigación de Snyder. Al apagar de forma artificial, mediante EMT, esa región cerebral en personas sanas, podríamos destapar sus capacidades creativas. Ese es el objetivo final de sus experimentos actuales, que por el momento están en una fase inicial.
Según el científico, una de las claves estaría en silenciar los filtros de la percepción, dentro de esas funciones de alto nivel, que nos impiden ir más allá en nuestras habilidades o talentos no imprescindibles para la supervivencia –como dibujar igual que Leonardo da Vinci–.
En la misma línea, ¿qué pasaría si lográramos inhibir ciertas zonas implicadas con los filtros de pensamiento? En opinión de Snyder, “podríamos abrirnos a la facilidad para el cambio, ganar flexibilidad de pensamiento”. O potenciar nuestra fuerza de volun- tad. Esto último es lo que investiga Todd Hare, profesor de Neuroeconomía en la Universidad de Zúrich. Mediante resonancia magnética funcional (fMRI), se ha demostrado que el córtex ventral medial prefrontal está directamente implicado en la toma de decisiones que precisan de fuerza de voluntad y autocontrol. Se enciende, por ejemplo, cuando le decimos no a un delicioso helado de chocolate con nata. O cuando elegimos recibir mil euros dentro de cinco años en vez de aceptar cien euros ahora mismo. En estos experimentos, Hare comprobó que tenían mayor actividad e interconexión en las áreas ventral y dorsolateral del córtex prefrontal los que rechazaban el helado y preferían la recompensa mayor a largo plazo.
El siguiente paso de su investigación pasará por averiguar qué sucedería si estimulamos estas zonas con EMT. ¿Nos ayudaría a tener más fuerza de voluntad? Por lo pronto, un estudio publicado en 2010 en Nature Neuroscience concluyó que, al aplicar EMT para inhibir temporalmente el córtex prefrontal dorsolateral en los voluntarios, estos tomaban decisiones más apresuradas y menos beneficiosas para ellos.
Otro proyecto de las universidades de Zúrich y Boston ha mostrado que la honestidad también se puede potenciar estimulando el lado derecho del córtex prefrontal dorsolateral. Cuando aplicaban tDCS (estimulación transcraneal con corriente directa) a los participantes en el experimento mientras tenían que tomar una decisión que ponía en la balanza el interés propio y la honestidad, estos mentían menos.
“LOS RESULTADOS SUGIEREN QUE LA ESTIMULACIÓN REDUCíA EL ENGAñO EN AQUELLOS QUE EXPERIMENTABAN UN CONFLICTO MORAL a la hora de decidir, pero no afectaba a los que solo querían maximizar sus beneficios desde un principio”, puntualiza uno de los investigadores, el profesor de Neuroeconomía en la Universidad de Zúrich Christian Ruff. El estudio, publicado el año pasado en PNAS, recalca que los resultados son un primer paso importante para identificar los procesos cerebrales que nos permiten actuar con honestidad y que “podrían estar en el corazón de posibles trastornos del comportamiento”.
Cuatro años antes, el mismo grupo de expertos había analizado cómo el acto de manipular el cerebro mediante tDCS podía influir en el grado de aceptación y cumplimiento de las normas sociales. En el experimento se ofrecía dinero a 63 voluntarios y se les preguntaba cuánto querían compartir con un socio anónimo. “Descubrimos que la decisión de actuar de manera justa –y compartirlo al 50 %–, tanto de forma voluntaria como bajo la amenaza de sanciones, puede potenciarse con la estimulación del córtex prefrontal lateral derecho –señala Ruff en un artículo en Science. Y añade–: Nuestros resultados demuestran que un aspecto evolutivo importante de la conducta humana depende de un mecanismo neuronal específico que puede ser inhibido o activado con estimulación cerebral”.
La memoria es otra de las funciones que puede verse mejorada por este chute cerebral. Lo demuestran estudios como el realizado en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, en Chicago, en un experimento en el que dieciséis voluntarios de entre veintiuno y cuarenta años se
MANIPULAR EL CEREBRO MEDIANTE tDCS PODRíA INFLUIR EN EL CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS SOCIALES
sometieron a sesiones de EMT de veinte minutos diarios, durante cinco días. Antes de eso, se les mostraban veinte fotos de rostros humanos mientras se les recitaban palabras en voz alta. Después de la sesión de estimulación, se les enseñaban las fotos de nuevo y se les pedía que recordaran las palabras asociadas a cada una. Los participantes traían a la memoria más grupos de foto-palabra después de la estimulación que antes, lo que significa que “mejoraba su capaci- dad de aprendizaje”, asegura el doctor Joel Voss, autor principal del estudio. Su experimento se centraba en la memoria asociativa, ligada a diferentes regiones cerebrales orquestadas por el hipocampo. Al activar este, era “como si cambiáramos a un director de orquesta corriente por Riccardo Muti, titular de la Orquesta Sinfónica de Chicago”, apuntaba. Los escáneres mediante resonancia magnética confirmaban que la corteza parietal, la corteza prefrontal y el hipocampo se conectaban entre sí de forma más eficiente, con mayor sincronicidad, tal y como escribían los autores del estudio en Science.
“En una persona con daño cerebral o con un trastorno neurodegenerativo, como el párkinson o el alzhéimer, esas redes no funcionan bien; por eso, incluso un pequeño cambio podría traducirse en una mejoría notable”, aventura Voss, que ve posibilidades en esta técnica prometedora. Sin embargo, el investigador, que está trabajando en otro estudio con pacientes con pérdida de memoria en sus etapas iniciales, advierte lo siguiente: “Necesitaremos años de investigaciones en el futuro antes de poder determinar si la técnica es lo bastante segura y efectiva para ayudar a gente con alzhéimer y otras dolencias que afectan a la memoria”.
OTRO ENSAYO PUBLICADO EN 2016 POR LA REVISTA SCIENCE AFIRMA QUE LA ESTIMULACIÓN MAGNéTICA PUEDE AYUDAR a recuperar las memorias a corto plazo, aunque no estén activas las neuronas asociadas a ellas. Las universidades de Notre Dame y de Wisconsin llevaron a cabo un experimento en el que a un grupo de voluntarios se les mostraban caras y palabras, y se les hacía creer que tenían que recordar solo lo relacionado con los rostros. Mediante escáneres de la citada fMRI comprobaron que la parte del cerebro relacionada con el procesamiento de palabras en la memoria de trabajo –estructuras y procesos empleados para el almacenamiento temporal de información y su elaboración– se había desactivado y el sujeto no recordaba esas palabras. Sin embargo, cuando se le aplicaba EMT sobre esa zona específica del encéfalo, era capaz de recordarlas. En cuanto a su aplicación práctica, “la posibilidad de emplear estimulación cerebral no invasiva para mejorar el funcionamiento de la memoria en los ancianos es un objetivo esperanzador”, señala Nathan Rose, líder del estudio.
Y es que, aparte de entender cómo funciona la memoria, la mayoría de los estudios en este campo apuntan en la misma dirección: ayudar a paliar el deterioro cognitivo asociado a la edad.