Ofensiva Brusílov 4 de junio - 20 de septiembre de 1916
Esta operación bélica que debe su nombre al general ruso Alekséi Brusílov se desarrolló en el territorio de la actual Ucrania, en el entorno de las ciudades de Lviv, Kovel y Lutsk, y fue la mayor ofensiva aliada de la Primera Guerra Mundial: cuatro ejércitos con cuarenta divisiones de infantería y quince de caballería del Imperio ruso se enfrentarían a treinta y nueve divisiones de infantería y diez de caballería del Imperio austrohúngaro. Brusílov preparó un asalto sorpresa a lo largo de 480 kilómetros de frente y entrenó a sus tropas con réplicas a tamaño real de las trincheras que iban a atacar. La artillería recibió informes detallados con fotografías tomadas por aviones de reconocimiento aéreo.
Al despuntar el 4 de junio empezó un bombardeo tan preciso que sorprendió a los austriacos. El primer día las tropas de choque rusas rompieron las líneas enemigas. Muchas unidades formadas por hombres de minorías eslavas del Imperio austrohúngaro, que no tenían en gran aprecio a los Habsburgo, desertaron en masa. El 8 de junio los rusos entraron en Lutsk y estuvieron a punto de apresar al archiduque José Fernando. El ejército austriaco se retiraba. El golpe al prestigio del emperador vienés fue irreversible, y Alemania se vio obligada a desviar fuerzas del frente occidental, muy necesarias en Verdún.
La ofensiva Brusílov marcaría un antes y un después en las tácticas de guerra. El general ruso usó pequeñas unidades especializadas para atacar puntos débiles y abrir agujeros en las líneas austrohúngaras para que el resto del ejército pudiera avanzar. Acababa de inventar las que se acabarían llamando tropas de asalto. Fue una innovación respecto a las clásicas oleadas que dominaban la estrategia militar de entonces. Irónicamente, los comandantes rusos no fueron conscientes del potencial de las nuevas tácticas que Brusílov había diseñado.