Duelo de titanes: iPhone XS Max vs. Huawei Mate 20 Pro
ESTOS DOS MÓVILES OCUPAN LA CÚSPIDE DE LA PIRÁMIDE EN LOS MUNDOS IOS Y ANDROID. PERO ¿CUÁL ES EL MEJOR?
En la actualidad, hay más de 120 marcas de móviles en el mercado internacional, pero muy pocas son capaces de conseguir resultados interesantes. En la cumbre, donde compiten los móviles con etiquetas de más de mil euros, no hay hueco más que para tres o cuatro. Y esa es la liga en la que juegan el iPhone XS Max y el Huawei Mate 20 Pro.
La última radiografía de la telefonía en España dibuja un sector muy concentrado. Si hablamos de unidades vendidas, Samsung ocupa el puesto número uno con el 29 %, Huawei se le acerca con el 26 % y Apple se conforma con un 10 %. Y esto es lo que hace envidiable a la firma norteamericana de la manzana: vendiendo solo uno de cada diez terminales, logra el 25 % de la facturación total. Puede que esta sea una de las razones por las que Huawei eligió los terminales de Apple como su antagonista durante la presentación de la serie Mate 20 en Londres. Una decisión que resulta llamativa, porque el enemigo natural del gigante chino debería ser Samsung, ya que ambos pertenecen al ecosistema de Android.
De hecho, al margen de las diferencias técnicas entre los Mate y los iPhone, lo que más los separa es que utilizan sistemas operativos diferentes. Mientras que Huawei funciona con la plataforma de Google, Apple continúa fiel a su iOS, uno de los valores exclusivos de sus equipos móviles. Siempre se ha achacado al fabricante de los iPhone y los Mac que se mantenga como un sistema cerrado, pero como consecuencia de ello han facturado dispositivos exquisitamente equilibrados que, habitualmente, logran rendimientos por encima de la competencia. El inconveniente es que dicha estrategia también ha estado a punto de costarles la existencia cuando han cosechado cuotas de mercado bajísimas.
Pero ¿son tan diferentes el Huawei Mate 20 Pro y el iPhone XS Max? Vayamos por partes...
1. HARDWARE
Tras el sistema operativo –“nunca me compraré un iPhone” frente a “¿un Android? ¿Tú estás loco?”-, el segundo factor que miran muchos usuarios es el chip. Realmente, lo que tenga dentro un teléfono solo importa a los friquis, pero cada día hay más de estos en el mundo móvil.
Si bien la mayoría de fabricantes opta por procesadores de Qualcomm o de Mediatek, hay excepciones. Por supuesto, Apple diseña los suyos y Samsung combina los Snapdragon de Qualcomm con Exynos de producción propia. La otra gran excepción es Huawei, que fabrica sus Kirin. Esta peculiaridad también los iguala en las diferencias que marcan. Tanto el Kirin 980 del Mate 20 Pro como el A12 Bionic del iPhone XS Max se basan en tecnología de siete nanómetros –milmillonésimas partes de metro– y albergan 6.900 millones de transistores. A medida que disminuye el tamaño del chip, aumenta el rendimiento y desciende el consumo de batería. Aparte de ocupar apenas nada, algo que se tiene mucho en cuenta para un móvil.
2. RENDIMIENTO
Mientras el Kirin 980 del Mate 20 Pro presume de reconocer 4.600 imágenes por minuto y elevar el procesamiento de imágenes fijas a imágenes en movimiento, Apple hace lo propio con su A12. Si el primero lleva doble procesador neuronal (NPU), el segundo incorpora uno de ocho núcleos, que aplica a todas las funciones relacionadas con la inteligencia artificial, desde el desbloqueo del terminal mediante identificación facial hasta el trabajo de la cámara de fotos. Si el móvil de Huawei trabaja con una unidad de procesamiento gráfico (GPU) de Mali G76, el iPhone lo hace con una propia de cuatro núcleos...
Para saber qué hace exactamente un procesador, tomemos como ejemplo el A12, cuyo corazón, la unidad de procesamiento central (CPU), tiene seis núcleos. Dos son de alto rendimiento, dedicados a tareas exigentes –videojuegos, por ejemplo–, y los otros cuatro de eficiencia –para abrir el correo electrónico–. De esta forma, no se matan moscas a cañonazos. Además, incluye un procesador neuronal de ocho núcleos, una GPU de cuatro y un procesador de señal de imagen
Teóricamente, el Kirin de ocho núcleos debería ser más potente que el hexa-core de Apple, pero la nota que les dan los test de Antutu –un programa que se emplea para probar móviles– dice lo contrario: 307.059 puntos para el Mate 20 Pro frente a 348.148 para el XS Max.
3. PANTALLA
De tecnología AMOLED en ambos casos, la del iPhone XS Max ocupa 6,5 pulgadas; y la del Mate 20 Pro, 6,39. Pero a pesar de ser algo más pequeña, esta última ofrece una resolución mayor que el terminal de Apple: 1.440 por 3.120 píxeles y una densidad de 538 puntos por pulgada, frente a 1.242 por 2.688 píxeles y 458 puntos. En realidad, el ojo humano no es capaz de distinguir dichos puntos
a partir de los 320 por pulgada, pero cuantos más haya, y si el dispositivo es capaz de gestionarlos adecuadamente, ganaremos en nitidez.
También coinciden ambos modelos en el formato de pantalla: 19,5:9 –más del doble de alto que ancho–, lo que conforma terminales de aspecto alargado, manejables con una sola mano. En lo que gana el terminal de Huawei es en la llamada panta
lla infinita. Cuando Apple se inventó el flequillo o notch –esa muesca superior en el panel frontal que permite mantener todos los sensores del reconocimiento facial–, hubo miles de críticas y memes al respecto. Ahora lo tienen casi todos, Huawei incluido. Lo cierto es que la ceja del Mate 20 Pro es más pequeña: 32,8 mm de ancho frente a los 34,5 del Max. Eso, junto con los marcos más estrechos, mejora su ratio: el 87,9% de la superficie frontal del smartphone de Huawei es pantalla, mientras que el iPhone alcanza el 84,4 %.
Con ambos móviles en la mano, y sin un criterio científico que lo corrobore, el móvil estrella de Apple parece más sólido y el cristal –tanto de la parte posterior como de la delantera– parece más de verdad.
4. FOTOGRAFíA
Desde la trasera del Mate 20 Pro nos miran las tres cámaras desarrolladas con la compañía alemana Leica, agrupadas en un cuadrado que sobresale un milímetro de la superficie. El hecho de combinar gran angular, ultra gran angular y teleobjetivo le permite cubrir un espectro de imagen muy amplio: desde el modo macro –capaz de enfocar a 2,5 centímetros– hasta un tele de cinco aumentos, pasando por tomas mucho más amplias que las habituales. Las lentes son de 40, 20 y 8 megapíxeles, con aperturas de diafragma bastante luminosas: f/1,8, f/2,2 y f/2,4. Esto inclina la balanza por el terminal de Huawei cuando se trata de hacer instantáneas nocturnas.
En fotografía hay muchos factores subjetivos. Por ejemplo, a bastantes usuarios les gustan las imágenes con colores supersaturados, esos que solo se ven en las pantallas de los móviles y se podrían bautizar como efecto Kodak Gold: amarillos, verdes o azules inexistentes en la naturaleza, los mismos que crean los filtros de Instagram. Yo prefiero las fotos más reales, aunque resulten más aburridas, y en eso son más fieles las cámaras del Max. Por cierto, que este solo monta dos lentes traseras, ambas de doce megapíxeles: un gran angular (f/1,8) y un tele (f/2,4) que proporciona un zoom de dos aumentos. La inteligencia artificial combina estas cámaras para realizar unas instantáneas en modo retrato impresionantes, aunque Apple todavía no ha entrado –afortunadamente– por la senda de los filtros de belleza.
Comparado con sus predecesores, el iPhone XS Max ha mejorado sustancialmente el apartado fotográfico, probablemente el aspecto en el que más se estaba quedando rezagada la compañía de la manzana mordida.
5. MEMORIA
Aunque el Mate incorpora en principio dos configuraciones —ocho gigas de RAM con 256 gigas de almacenamiento, o seis y 128, respectivamente—, a España llegará solo la segunda opción. De todos modos, los terminales del mundo Android suelen aceptar tarjetas de memoria externa. También lo habitual es que sean tarjetas micro-SD, pero en esta ocasión Huawei ha asumido el papel de Apple: ha lanzado un nuevo formato más pequeño, llamado NM card (nano-SD). Es del mismo tamaño que las nano-SIM y, de hecho, se coloca en la misma bandeja, que admite una nanoSIM en cada cara o una nano-SIM y una nano-SD.
Apple sigue fiel a la memoria interna y refractaria a los añadidos externos. Ofrece la posibilidad de elegir, previo pago, entre 64, 256 y 512 gigas de almacenamiento. En cuanto a la RAM, la empresa de la manzana también es bastante tacaña. Ahora mismo, seis gigas es lo normal para un terminal de clase alta —incluso llegan a los ocho—, pero el Max se queda en cuatro. Eso sí, la exprime al máximo. Valga como muestra la valoración de 348.148 puntos que logra en los test de Antutu, y que lo coloca en primer lugar.
6. BATERíA
El Mate 20 Pro es un poco más grueso que el Max, casi un milímetro, pero por una buena causa: una batería de iones de litio de 4.200 miliamperios, frente a los 3.174 del Max. En la página Tom’s Guide, expertos en realizar pruebas de resistencia, se ha establecido una duración de la pila del Mate —navegando por la Web y con la pantalla fijada en un brillo de 150 nits— de 14 horas y 13 minutos. En las mismas circunstancias, el terminal de Apple resistió 10 horas y 38 minutos.
Aparte de la capacidad de la pila, ambos cuentan con sistemas de carga inalámbrica Qi y rápida; bastante más eficaz en el caso del móvil de Huawei, que en media hora pasa de 0% a 70%. El smartphone de Apple recarga el 50% en esos treinta minutos.
Por último, el Mate 20 Pro estrena una función que puede venir muy bien a nuestros amigos: la carga inversa. Con uno de estos equipos se puede alimentar otro dispositivo compatible con el sistema Qi. Una vez activada la función, se juntan por la parte trasera y comienza la transfusión, que se interrumpirá cuando el
donante llegue al 20% de la batería.