LAS ORANGUTANAS TAMBIÉN SABEN ALECCIONAR A SUS CRÍAS
TODOS LOS DÍAS, CUANDO NOS COMUNICAMOS, UTILIZAMOS EL LEN
GUAJE para describir situaciones pasadas o que podrían suceder en el futuro. Quizá nos parezca lo más natural del mundo, pero para ejercer esta capacidad, conocida como referencia desplazada, es necesario haber desarrollado unas complejas habilidades cognitivas, y, de hecho, hasta ahora se pensaba que era exclusiva de nuestra especie.
Pues bien, en un reciente estudio publicado en Science Advances, un grupo de neurocientíficos coordinado por investigadores de la Universidad de Saint Andrews (Escocia) ha revelado que también se da en los orangutanes. Tras estudiar algunas poblaciones de estos primates en Sumatra, se percataron de que las hembras seguían una estrategia muy parecida a la que emplearíamos los humanos cuando advertían la presencia de un depredador: aguardaban a que pasara el peligro y luego anunciaban lo que había ocurrido –de hecho, lo vocalizaban–. Así, las crías aprendían a determinar mejor la naturaleza de la amenaza.
Según explican los científicos en un comunicado, esta habilidad se asocia con otras relacionadas con la evolución del lenguaje, como la memoria a largo plazo o la comunicación intencionada –y no instintiva–.