LOS BAÑISTAS PUEDEN CAUSAR ESCOLIOSIS A LOS TIBURONES ÁNGEL
Hay que cuidar dónde se pisa en las playas de las islas Canarias, pues se puede causar daños irreversibles a una especie que está en peligro crítico de extinción: el tiburón ángel o angelote, Squatina squati
na. Un equipo de investigadores españoles ha liderado un estudio en el que se reportan los primeros casos de anormalidades espinales en estos animales, en Tenerife y Gran Canaria. Así, un espécimen juvenil y una hembra adulta presentaban escoliosis con curvas de 21º y 42º, respectivamente. Todo indica que la lesión del más joven fue ocasionada por las pisadas de los bañistas, ya que estos peces ovovivíparos alumbran a su prole cerca de la costa.
El angelote era común en grandes áreas del Atlántico, desde Noruega hasta las Canarias, en el Mediterráneo y en el mar Negro. No obstante, la pesca intensiva ha reducido significativamente sus poblaciones, hasta hacerlo casi desaparecer. En la actualidad, solo se dan en cierto número en el archipiélago canario.
UN CAMUFLAJE DEMASIADO BUENO.
“Las afecciones espinales en tiburones suelen estar relacionadas con deficiencias nutricionales o traumatismos. En este sentido, nuestras observaciones pueden aportar más datos sobre los problemas que afectan a esta especie —señala Alejandro Escánez, biólogo de la Universidad de Vigo que ha participado en esta iniciativa—. En las Canarias, estos tiburones aprovechan las aguas tranquilas y someras próximas a las playas para parir a sus crías, que se entierran bajo la arena y pasan desapercibidas durante unos meses. En este periodo, a veces se las pisa por accidente, lo que podría explicar algunas lesiones espinales”.