MAZDA CX-30 EL ARTE DEL DISEÑO KANSEI
Este nuevo SUV híbrido compacto ha sido creado bajo los principios de la ingeniería kansei, que estudia las emociones que despierta un buen diseño centrado en las personas.
El diseño de un Mazda es una aventura en la que el toque humano pone la diferencia. Los modelistas de arcilla de la marca interpretan los bocetos de los diseñadores y crean un modelo a escala real, que se pule hasta que se logra una forma única y con alma. A partir de ahí, la tecnología entra en escena, y el resultado es un coche especial, elegante, adaptado a las necesidades de las personas y que ofrece una experiencia de conducción genuina y emocionante. Es decir, un Mazda CX-30.
CON CARÁCTER PROPIO. Este vehículo ideado para la vida cotidiana no es solo un ejercicio de diseño atrevido. También resulta muy práctico. La carrocería combina el estilo de un cupé con la robustez de un SUV compacto. La amplia anchura del maletero y la baja altura del umbral de carga facilitan las cosas a las familias, el conductor dispone de un ambiente cómodo y recogido, y los pasajeros, de una zona espaciosa y despejada que facilita el relax y la interacción. El interior del Mazda CX30 es un entorno en calma que favorece la conversación, gracias a su gran insonorización.
De hecho, el vehículo se ha diseñado con el objetivo de provocar respuestas físicas positivas en conductores y pasajeros. Lo hace gracias a la llamada ingeniería kansei, una metodología que se apoya en profundas investigaciones e incide en las sensaciones subjetivas de las personas. Su impronta se siente tanto en el confort de la marcha –suave y silenciosa– como en la sencillez del manejo del Mazda CX-30, con controles intuitivos e instrumentos organizados de forma que el conductor solo tiene que concentrarse en disfrutar del trayecto, tranquilo gracias a un conjunto de avanzados sistemas inteligentes de seguridad activa.