¿QUé PERMITE A LAS AVES ADAPTARSE A LA CIUDAD? REPRODUCIRSE MÁS Y TENER GRANDES CEREBROS
El zorzal charlo es un ave común en Europa occidental. Este ha anidado en un semáforo de la ciudad de Leeds, en el Reino Unido. a contaminación, el ruido y la alta densidad humana de las ciudades no conforman el entorno ideal para las aves, pero estas se las apañan para prosperar entre el asfalto. Un estudio recién publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution sugiere que usan dos estrategias evolutivas para convertirse en urbanitas: reproducirse con mayor frecuencia y poseer cerebros grandes. El biólogo español Ferran Sayol, director de este trabajo e investigador de la Universidad de Gotemburgo
L(Suecia), explica que “las especies con encéfalos grandes en proporción a su cuerpo, como los cuervos y las gaviotas, son más capaces de superar los retos que les impone un hábitat tan hostil. Las que no presentan ese rasgo, como las palomas, deben tener más camadas para adaptarse”.
Sayol y sus colegas matizan que la estrategia de tener más crías implica priorizar el futuro reproductivo de la especie respecto a la supervivencia presente del individuo. Por su parte, las aves con mayores cerebros necesitan desarrollar una superior capacidad cognitiva, pues son las menos adecuadas para vivir en las grandes urbes: se espabilan porque no les queda más remedio.
Los investigadores, que se han basado en datos de 629 especies de aves presentes en veintisiete ciudades de todo el mundo, recalcan que –como era de esperar– estas estrategias de supervivencia resultan menos comunes en entornos naturales, y destacan que su trabajo puede ayudar a preservar la biodiversidad urbana.