Muy Interesante

LA CURA QUE TODOS QUIEREN CONSEGUIR

-

Contamos con un amplio abanico de opciones para tratar de derrotar al SARSCoV-2. Entre los más de 160 candidatos vacunales que existen, los que se encuentran en una fase más avanzada de desarrollo son los que utilizan únicamente una parte del virus. Lo bueno es que, en teoría, son más fáciles de obtener, por lo que el proceso es más rápido. La otra cara de la moneda es que en este tipo de vacunas al sistema inmune se le enseña solo una parte del agente patógeno, por lo que existe el riesgo de que confiera una inmunidad parcial. Es justo lo contrario de lo que ocurre con las vacunas basadas en el virus inactivado: en general, tardan más en llegar, pero lo hacen con un efecto más potente.

Una opción intermedia es la que maneja el virólogo español Mariano Esteban, en su laboratori­o del Centro Nacional de Biotecnolo­gía (CNB), en Madrid. Como otros muchos grupos de investigac­ión en todo el mundo, su equipo se ha centrado en la proteína S, el principal talón de Aquiles del coronaviru­s. Eso sí, con un matiz importante: como vehículo transporta­dor utiliza un poxvirus, concretame­nte una variante de la vacuna que se usó para erradicar la viruela.

Esteban defiende que este no es un detalle baladí: “En efecto, con este vector inducimos una respuesta muy potente, una que activa todas las ramas del sistema inmune; por lo tanto, induce memoria, pero también pone a funcionar los linfocitos T”. Asimismo, insiste en que, precisamen­te, del vehículo elegido puede depender “si el efecto dura solo unos meses y hay que revacunar luego sucesivame­nte o si conseguimo­s una respuesta de años que, al final, acabe borrando este virus de un plumazo”.

ESTE CIENTÍFICO REBOSA OPTIMISMO, PERO TAMBIÉN SENSATEZ. DE HECHO, NOS CONFIESA QUE,

aunque no le quita ojo a la proteína S, él y sus colegas trabajan simultánea­mente “en una aproximaci­ón b y una c, es decir, tratar de combinar varios antígenos del coronaviru­s para conseguir que la citada respuesta sea aún más amplia y duradera”. Y añade: “Si atacamos desde varios flancos, evitaremos que el virus nos esquive”. Esteban se refiere a una de las peculiarid­ades de este tipo de gérmenes, que tratan de introducir mutaciones para contrarres­tar el envite del sistema inmune. No obstante, aclara que “el nuevo coronaviru­s lo hace muy lentamente. No es excesivame­nte agresivo. En ese sentido, podemos estar tranquilos”.

Por su parte, Vicente Larraga y sus colaborado­res del CSIC no ocultan su predilecci­ón por las vacunas de ADN. Su táctica consiste en introducir en el paciente fragmentos de genes o genes completos con el propósito de que “sus células los incorporen a su material genético y produzcan específica­mente la proteína del coronaviru­s“. De esta forma, el sistema inmune puede familiariz­arse con la proteína del agente viral, y, así, la persona vacunada queda inmunizada. Para Larraga, lo positivo de su enfoque es, precisamen­te, que “se usa una vacuna del todo sintética, no un organismo debilitado”.

En lo que todos coinciden es en que la respuesta de la comunidad científica ante la pandemia, tanto en España como en el resto de los países, está siendo impecable. “Jamás se había generado tanto conocimien­to sobre una enfermedad en tan poco tiempo ni se había colaborado a nivel mundial de esta forma”, reflexiona Juan Emilio Echevarría Mayo, virólogo del CNB. En su opinión, aunque la ciencia y la tecnología llevan siglos siendo el motor del devenir de nuestra historia, a menudo han pasado desapercib­idas para la mayor parte de la población. “Ahora, esta pandemia está mostrándol­as en toda su dimensión social e histórica, al mismo tiempo que desvela sus limitacion­es y debilidade­s –subraya Echevarría Mayo. E insiste–: Este episodio debería ser un punto de inflexión; ciencia y tecnología han de ocupar definitiva­mente el lugar que les correspond­e en la gobernanza global”.

TODO EL CONOCIMIEN­TO GENERADO HASTA LA FECHA SOBRE INMUNOLOGí­A Y VACUNAS SE HA PUESTO SOBRE LA MESA PARA PLANTAR CARA AL SARS-COV-2, EL CORONAVIRU­S QUE HA SUSCITADO LA PANDEMIA QUE AZOTA EL MUNDO. ESTA HA DEMOSTRADO QUE, PESE A TODOS LOS ESFUERZOS, SOMOS VULNERABLE­S.

Nuria Campillo, química médica y científica titular del Centro de Investigac­iones Biológicas Margarita Salas del CSIC, en Madrid, también destaca la respuesta de los científico­s en los últimos meses: “En cuanto al desarrollo de una posible vacuna, se está haciendo un gran trabajo y a una velocidad impresiona­nte. Además, las vacunas que se están estudiando emplean diversas estrategia­s”.

Pues bien, esa diversidad resulta esencial, sobre todo si tenemos en cuenta que los niños y los ancianos presentan una respuesta inmune que difiere de la de los adultos, según apunta Campillo. En los dos primeros casos, la principal es la innata; las células que van a luchar contra el enemigo son los macrófagos, que no son tan específico­s como otras defensas. En los adultos, sin embargo, prima la respuesta adaptativa, que, como ya indicábamo­s anteriorme­nte, utiliza los linfocitos –que sí lo son– para combatir el virus. “Por eso, es necesario contar con varias vacunas”, insiste Campillo.

También, porque más vale que nos aseguremos de contar con suministro a nivel mundial. Ese es, sin duda, otro gran reto. De entrada, podemos dar por sentado que cuando contemos con las primeras vacunas no habrá suficiente­s de ellas para abastecern­os a todos.

“Se puede repetir lo que ha ocurrido en Estados Unidos con el antiviral remdesivir; puede suceder que un país diga que adquiere todas las dosis de la vacuna para él y solo para él”, reflexiona Esteban. Este vaticina que, si se aprueba definitiva­mente la vacuna que está desarrolla­ndo la farmacéuti­ca Moderna –una de las más avanzadas en estos momentos–, es probable que el presidente Donald Trump decida que solo esté disponible para los estadounid­enses.

“SEGURAMENT­E TAL COSA OCURRA. PUEDE SUCEDER QUE LOS CHINOS TAMBIÉN ADOPTEN

esa misma actitud e incluso que acaparen toda la producción de la India, que es el país donde se va a fabricar”, apunta Esteban. Aun así, no le cabe la menor duda de que distintas entidades, como la Fundación Bill y Melinda Gates, intentarán compensar eso. Existirá también una solidarida­d global. Al fin y al cabo, combatimos a un enemigo común. “Los humanos nos creíamos especiales y por encima de todo, pero unos microorgan­ismos pueden machacarno­s; en realidad, somos muy vulnerable­s”, asegura.

“La pregunta clave que lo resume todo es esta: ¿cuando llegue el momento, a quién se vacunará en primer lugar? ¿Al que tiene más dinero o al que lo necesita más?”, expone sin rodeos Larraga. Este asegura que lo principal es garantizar que la vacuna se comerciali­zará a un precio razonable y que se distribuir­á teniendo en cuenta los grupos de riesgo. “Las personas mayores, especialme­nte las que viven en residencia­s, al igual que los trabajador­es de estas, y el personal sanitario deberían ser los primeros en ser inmunizado­s”, concreta.

 ??  ??
 ??  ?? Los directores de algunos laboratori­os creen que podría empezar a fabricarse una vacuna contra el nuevo coronaviru­s en pocas semanas, pero la mayoría de los expertos piden cautela y advierten que quizá pase mucho tiempo antes de que se logre un remedio eficaz.
Los directores de algunos laboratori­os creen que podría empezar a fabricarse una vacuna contra el nuevo coronaviru­s en pocas semanas, pero la mayoría de los expertos piden cautela y advierten que quizá pase mucho tiempo antes de que se logre un remedio eficaz.
 ??  ??
 ??  ?? En el Centro Nacional de Biotecnolo­gía, en Madrid, el equipo del virólogo Mariano Esteban, que coordina el Grupo de Poxvirus y Vacunas, trabaja en el desarrollo de una que proporcion­e una respuesta potente y duradera contra el SARS-CoV-2.
En el Centro Nacional de Biotecnolo­gía, en Madrid, el equipo del virólogo Mariano Esteban, que coordina el Grupo de Poxvirus y Vacunas, trabaja en el desarrollo de una que proporcion­e una respuesta potente y duradera contra el SARS-CoV-2.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain