¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
Aunque términos como miedo y ansiedad se utilizan a menudo de forma coloquial como sinónimos, se debe hacer una clara distinción entre ambos. El miedo es una respuesta primaria del organismo frente a situaciones amenazantes que provoca una reacción física y fisiológica inmediata. A nivel fisiológico, el miedo induce a la secreción de hormonas de estrés, como la adrenalina y la hidrocortisona.
Pero mientras el miedo es una respuesta vital y natural, la ansiedad es la anticipación a una amenaza. Los síntomas principales de la ansiedad son la aprensión, la incertidumbre y la preocupación. Pero preocuparse por contratiempos como la pérdida de trabajo o un divorcio es normal. La ansiedad se vuelve patológica cuando la preocupación es desproporcionada, excesiva, concurrente o irracional. En estos casos, acontecimientos u objetos totalmente inocuos pueden provocar sentimientos de ansiedad.
En la ansiedad se multiplica la preocupación ante una posible amenaza –como situaciones específicas, personas, trabajo, dinero, enfermedades...–, y el sujeto se preocupa de manera desproporcionada.
Los sentimientos de ansiedad y preocupación no solo pueden condicionar psicológicamente a una persona, sino que también pueden llegar a causar síntomas físicos de estrés. La reacción física puede incrementarse y llegar a producir ataques de pánico e incluso convulsiones. La ansiedad puede llegar a afectar de forma muy importante a la calidad de vida.