Crónicas del futuro: Llega la era del aire acondicionado personal
ESTÁN APARECIENDO PEQUEÑOS DISPOSITIVOS QUE AL ENTRAR EN CONTACTO CON LA PIEL DISMINUYEN LA SENSACIÓN TÉRMICA DE CALOR HASTA EN 5 ºC. UN ALIVIO EN UN MUNDO QUE SE PONE CADA VEZ MÁS CALIENTE.
Nos acercamos al final de uno de los veranos más sofocantes de los que haya registro, marcado por fuertes olas de calor que se han sumado a las molestas restricciones impuestas por la pandemia de covid-19: sobra decir que 2020 no está siendo un buen año para casi nadie.
Muchos hemos tenido la suerte de protegernos estas semanas quedándonos en casa o el apartamento con una buena dosis de aire acondicionado, pero para quienes tienen que trabajar al aire libre, en labores agrícolas o de construcción, por ejemplo, un verano de mucho calor puede ser terrible.
En algunos países asiáticos muy húmedos y con estíos tórridos, como Japón o Singapur, durante los peores meses de calor del año es posible ver a algunos trabajadores equipados con chaquetas con aire acondicionado o ventiladores integrados. Son un poco voluminosas y les hacen parecer el Bibendum, la conocida mascota de Michelin, pero alivian parte del problema. Aunque las temperaturas continúan siendo elevadas, estas prendas consiguen que circule el aire entre la piel y el tejido, ayudan al usuario a eliminar el sudor y le proporcionan una sensación de frescor que le permite proseguir con sus tareas.
LA IDEA ES SIMPLE, AUNQUE DIFÍCIL DE
EJECUTAR: en lugar de enfriar todo un recinto en el que la mayor parte del volumen está desocupado, ¿no sería mejor refrescar a los individuos uno por uno, con una especie de aire acondicionado personal? ¿Es posible? Lo es. Varias universidades llevan tiempo investigando la idea y los primeros productos comerciales han empezado a llegar a las tiendas. El truco no está tanto en enfriar a una persona como en hacer creer al cuerpo que no hace tanto calor.
Sony es una de las compañías que han entrado en este mercado. A principios del verano presentó Reon, el primer sistema de aire acondicionado personal. Se trata de un dispositivo más pequeño que un smartphone que se coloca en el cuello de una camisa o camiseta, a la altura de la nuca, en un bolsillo oculto creado expresamente para transportarlo. Es capaz de rebajar la sensación térmica de calor del organismo hasta cinco grados centí
grados. Lo hace aprovechando el llamado efecto Peltier, que consiste en la creación de una diferencia de temperatura debida a un voltaje eléctrico. En esta refrigeración termoeléctrica, dos placas de materiales semiconductores reciben un voltaje y se consigue un flujo térmico que enfría uno de los lados. Es el sistema que utilizan, por ejemplo, muchas neveras para conservar vino. No llegan a temperaturas tan bajas como las que puede alcanzar un frigorífico doméstico, pero sí suficientes como para mantener los alimentos frescos, y sin necesidad de emplear freón u otros gases, ni los compresores asociados a estos.
Cinco grados centígrados pueden no parecer muchos, pero bastan para convertir un día infernal de agosto en una jornada llevadera. La clave radica en aplicar ese frío en zonas de nuestra anatomía especialmente sensibles y que el cerebro utiliza para regular la temperatura interna del organismo. En el caso del Reon se aprovecha la base de la nuca, pero estudios realizados en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han confirmado que esta técnica puede ser efectiva tanto para generar sensación de frescor como de calor, si se aplica frío o calor en la zona interior de la muñeca.
LA INSPIRACIÓN PARA ESTAS INVESTIGACIONES surgió precisamente durante un caluroso verano. Un equipo de científicos reparó en el enorme gasto que suponía enfriar su laboratorio, cuando la mayoría del personal usaba solo una pequeña porción del espacio disponible. ¿No sería mejor controlar la temperatura de cada persona de forma individual? Esta pregunta los llevó a estudiar el fenómeno de la sensación térmica, y cómo afecta a los mecanismos homeostáticos del organismo que se encargan de mantener este a una temperatura constante. Seguro que has notado alguna vez que cuando tienes frío hay partes de tu cuerpo más frías que otras, como las puntas de los dedos. Lo mismo pasa con el calor. Sentimos la cara o las manos más calientes que el resto.
El equipo del MIT decidió usar este fenómeno a la inversa: intentó provocar una respuesta del cuerpo, calentando o enfriando diferentes partes del mismo. En unos pocos días crearon el primer prototipo, una pequeña placa metálica integrada en un brazalete. Hoy, la misma gente comercializa una versión refinada de este aparato. Es el Embr Wave, “tu termostato personal”, como dice su promoción. Tiene forma de reloj inteligente y, aseguran, puede mejorar la calidad del sueño y el confort durante el día. No hace que un tórrido día de verano pase a tener la temperatura perfecta, pero sí una más tolerable. La batería del interior enfría o calienta al usuario durante una hora y se recarga a través de un puerto USB.
El dispositivo puede ser muy útil en algunas situaciones comunes. Una bien conocida por todos –aunque este año la hayamos sufrido menos– es la regulación de la temperatura en la oficina. La tolerancia al frío y el calor varía entre cada individuo, y eso se nota sobre todo en ve
rano. Se ha constatado, por ejemplo, que las mujeres tienden a sentir mucho más el frío que los hombres. El resultado es que independientemente de quién decida la temperatura de la oficina, nadie está contento y se producen situaciones absurdas como que alguien tenga que trabajar en julio con un jersey puesto. UN GADGET COMO EL EMBR WAVE PUEDE APORTAR LA PEQUEÑA DIFERENCIA en la sensación térmica necesaria para que eso no pase. Y no es solo para el verano. También genera calor para subir esa sensación unos grados. Por su parte, a Sony se le ha complicado el lanzamiento del Reon. Estaba previsto que se convirtiera en el accesorio más demandado de los juegos olímpicos que debían haberse celebrado en Tokio hace unas semanas. La covid-19 obligó a posponer la cita, pero incluso sin estar sentado en un estadio a pleno sol es posible intuir que este tipo de dispositivos pueden convertirse en un poderoso aliado contra un clima cada vez más caliente.
ESTOS APARATOS SE BASAN EN ENFRIAR ÁREAS DEL CUERPO (NUCA, MUÑECAS...) MUY SENSIBLES A LOS CAMBIOS TÉRMICOS