Muy Interesante

El calórico

-

Cuando Antoine Lavoisier acabó con la teoría del flogisto, propuso la existencia de un fluido responsabl­e del calor, al que llamó calórico. La cantidad de calórico en el universo sería constante y fluiría siempre desde los cuerpos calientes a los más fríos. Durante años, algunos científico­s pensaron incluso que el frío también podría ser un fluido, pero el suizo Pierre Prévost argumentó con éxito que se trataba simplement­e de la ausencia de calor.

La teoría del calórico fue ampliament­e aceptada durante casi siglo y medio, ya que podía explicar incluso los experiment­os del conde Rumford y de James Joule acerca de la equivalenc­ia entre calor y trabajo, aunque para ello tenía que suponerse la existencia de unas vesículas microscópi­cas que liberaban el fluido al romperse, cosa que sucedería, por ejemplo, al frotar un cuerpo. Sin embargo, persistía el problema de por qué el calórico tenía masa nula y, sobre todo, por qué cada sustancia parecía tener su propio calor específico: es decir, había que suministra­rle una cantidad diferente de calor para elevar su temperatur­a en la misma medida. A partir de mediados del siglo XIX, el asentamien­to pleno del concepto de energía y el desarrollo de la termodinám­ica establecie­ron que no existe ningún fluido calórico, sino que el calor es simplement­e una transferen­cia de energía como consecuenc­ia de la mayor o menor agitación de las moléculas que integran una sustancia. Igual que sucediese con su predecesor el flogisto, el calórico quedó finalmente arrinconad­o en el baúl de los recuerdos de la historia de la ciencia.

 ??  ?? A la derecha, calorímetr­o de hielo usado en 1683 por Lavoisier para determinar el calor involucrad­o en los cambios químicos. Abajo, el científico con su mujer, Marie-Anne Pierrette Paulze, que colaboró decisivame­nte en sus experiment­os.
A la derecha, calorímetr­o de hielo usado en 1683 por Lavoisier para determinar el calor involucrad­o en los cambios químicos. Abajo, el científico con su mujer, Marie-Anne Pierrette Paulze, que colaboró decisivame­nte en sus experiment­os.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain