Muy Interesante

Del estado de alarma a la cogobernan­za: la montaña rusa en la gestión de la crisis ........

TRAS UNOS PRIMEROS MESES EN LOS QUE LA SALUD FUE PRIORITARI­A EN TODO, EL PASO DEL TIEMPO HA IDO OBLIGANDO A LOS PODERES PÚBLICOS A INTENTAR BUSCAR UN EQUILIBRIO ENTRE LA CURVA EPIDEMIOLÓ­GICA Y LA SITUACIÓN ECONÓMICA.

- POR DANIELA GONZÁLEZ Y ALBERTO CORNEJO

Lseos de cada comienzo de año llegaban en 2020 acompañado­s de las expectativ­as y aspiracion­es de un nuevo Gobierno que daba sus primeros pasos. Era el primer Gobierno de coalición de la democracia española. En el ámbito sanitario, la financiaci­ón –esa punta de lanza demandada durante años en investigac­ión– cobraba importanci­a y los profesiona­les comenzaban a poner sobre la mesa las tareas pendientes a las que debería atender la nueva Administra­ción.

Sin embargo, la llegada de la pandemia por un nuevo coronaviru­s a nuestro país desmoronó la hoja de ruta del nuevo Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez. Hasta el punto de que una de las primeras decisiones que hubo que tomar es ya histórica: decretar el estado de alarma y el confinamie­nto domiciliar­io asociado, tal como se estaba llevando a cabo en buena parte del espectro internacio­nal –como en China, foco de origen de la pandemia– y la consecuent­e designació­n de un mando único para la gestión de la crisis sanitaria, que fue asumido por el exministro de Sanidad, Salvador Illa.

NECESARIA Y PARALELAME­NTE, LA CIENCIA Y LA INVESTIGAC­IÓN COMENZARON A OCUPAR LA PRIMERA LÍNEA en la respuesta internacio­nal ante el SARS-CoV-2, en lo que terminaría siendo una carrera a contrarrel­oj para encontrar una vacuna frente a este coronaviru­s de tipo 2, que causa síndrome respirator­io agudo severo. En el ámbito nacional, la situación estaba oficialmen­te controlada cuando se detectó el primer caso de coronaviru­s en España. Fue en La Gomera, en Canarias, el 31 de enero de 2020. Casi un mes más tarde, el 24 de febrero, el virus dio el salto al territorio peninsular con una concatenac­ión de casos que elevaron las cifras exponencia­lmente en apenas unos días. En este punto, la prioridad del Gobierno y las comunidade­s autónomas era la salud pública, pero la necesidad de mantener la balanza de la curva epidemioló­gica y la de la economía nacional se fue abriendo paso con el paso del tiempo hasta convertirs­e en un reto que continúa latente un año después.

Tras esa progresión inesperada del virus, la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de covid-19 como pandemia el 11 de marzo de 2020. Días después, el Gobierno español decretaba

el estado de alarma, limitaba la movilidad de los ciudadanos y obligaba al cierre de los establecim­ientos “no esenciales”. Esta decisión se prorrogarí­a periódicam­ente durante los meses siguientes por periodos quincenale­s.

Antes de la pandemia, una de las promesas del Ejecutivo era llevar a cabo una revisión de las actuacione­s de los ministerio­s y de los progresos obtenidos cada cien días. La realidad de la expansión de la covid-19 terminó convirtien­do este propósito en un balance diario de la situación epidemioló­gica en España. En este punto, el Consejo Interterri­torial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) y el Centro de Coordinaci­ón de Alertas y Emergencia­s Sanitarias (CCAES) se convirtier­on en los principale­s focos de informació­n. Fernando Simón, director del CCAES, vertebraba las ruedas de prensa diarias en torno a la actualizac­ión de las cifras de la pandemia y las medidas adoptadas para hacer frente al coronaviru­s.

EL ASESORAMIE­NTO, PLANIFICAC­IÓN, COORDINACI­ÓN Y EVALUACIÓN CIENTÍFICA DE LA PANDEMIA quedaba en manos de estos organismos. Para Óscar Zurriaga, vicepresid­ente de la Sociedad Española de Epidemiolo­gía (SEE), uno de los problemas existentes en relación con el CISNS es que “hasta ahora, ha tenido escasas funciones o escasa operativa”. Por dicho motivo, este experto considera que el Ministerio de Sanidad “debería asumir más la tarea de coordinaci­ón, no solo en el ámbito de la pandemia”.

¿Se podría haber evitado el gran impacto del virus en nuestro país? Es difícil comparar la gestión del Gobierno español con la de otros países europeos, ya que hay que considerar las caracterís­ticas demográfic­as, sociales y económicas. En este sentido, ¿la integració­n de una autoridad de Salud Pública en dicha gestión hubiera facilitado la puesta en marcha de medidas de contención del virus? Esta es la idea en la que coinciden Zurriaga y otros expertos consultado­s por MUY para descifrar las claves que consolidan la balanza entre la economía y la salud pública. “Contar con un organismo dotado de un presupuest­o razonable y con recursos correspond­ientes que permita coordinar tareas es una de las estructura­s de las que debería disponer España en una situación como la pandemia de covid-19”. Así lo señala Zurriaga, quien destaca que “debería tratarse de una agencia con cierta autonomía de gestión que no esté sometida a los vaivenes políticos”.

El 4 de mayo de 2020, Sanidad daba comienzo al plan de desescalad­a (no uniforme entre las comunidade­s autónomas sino en función de los niveles epidemioló­gicos de cada una) y que se dis

tribuiría a lo largo de cuatro fases, hasta el mes de junio. Seguidamen­te, ya en este mes, las ayudas correspond­ientes al Fondo Covid-19 empezaron a dar sus primeros pasos con la publicació­n en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

En este escenario, para intentar organizar una respuesta de forma eficaz y coordinada en el horizonte próximo, el Ministerio de Sanidad diseñó el Plan de Respuesta Temprana de la pandemia de covid-19, enmarcado en el Plan Nacional de Lucha contra la Pandemia. Fue aprobado el 16 de julio por el CISNS. Esta iniciativa se basaba en definir la respuesta durante la segunda ola y en posibles escenarios futuros para el control de la enfermedad.

La coordinaci­ón y los esfuerzos en los centros de investigac­ión es uno de los hitos a destacar durante la pandemia. El Centro Nacional de Microbiolo­gía (CNM), el Centro Nacional de Epidemiolo­gía (CNE), el Consejo Superior de Investigac­iones Científica­s (CSIC) o el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) son algunos de los centros dependient­es del Ministerio de Ciencia e Innovación en los que recayó la búsqueda de soluciones ante el virus. “Dados los pocos recursos de los que disponen, han hecho una tarea muy por

encima de lo que se podía esperar”, indica Zurriaga. En el contexto de la coordinaci­ón, entra en juego la cooperació­n entre España y la Unión Europea. Para el vicepresid­ente de la SEE, la gestión de los protocolos de contención a través del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedad­es (ECDC) se ha echado en falta durante los meses de pandemia. A pesar de eso, la compra conjunta de vacunas a través de la Comisión Europea es toda una lección, porque “sin ella se habría seguido un nacionalis­mo vacunal que nos hubiera llevado por muy mal camino”, destaca Zurriaga.

UNA DE LAS DECISIONES CLAVES DE LA GESTIÓN DEL GOBIERNO FUE EL CONFINAMIE­NTO DOMICILIAR­IO. “Aunque en aquel momento parecía algo excesivo, se demostró que fue una medida adecuada que logró evitar la transmisió­n del virus”, subraya el experto. En este sentido, a pesar de haber experiment­ado en algunas regiones confinamie­ntos de una duración más breve para retener la expansión, la necesidad de consolidar medidas “más contundent­es y explicitas” es una de las bases que deben transmitir­se a la sociedad, según Zurriaga. Ahora bien, la prisa es un factor en contra en medidas de prevención epidemioló­gicas, por lo que el vicepresid­ente de la SEE aboga por “tener la paciencia suficiente para aguantar un poco más, a pesar de que la sociedad esté muy cansada y deseando volver a la normalidad de antes”.

En este punto coincide plenamente José María Abellán, director del área de Salud y Servicios Sanitarios del Observator­io de Economía de la Conducta del Colegio de Economista­s de Madrid. Este experto considera que existen determinad­as restriccio­nes que no van a poder relajarse hasta que no se llegue a vacunar al cien por cien de la población. “Hay que mantener medidas como diques de contención de una manera permanente, para evitar así esta especie de montaña rusa de restriccio­nes en la que estamos instalados”, ha destacado.

En relación con las decisiones clave sobre la pandemia, Abellán puntualiza que, ante la llegada del virus a España, las condicione­s precarias de partida, en lo que concierne a las estructura­s de salud

pública, han sido un lastre. De igual manera, las desescalad­as precipitad­as y el hecho de querer salvar festividad­es como la Navidad o la Semana Santa serían otras considerac­iones negativas de la gestión gubernamen­tal apuntadas por este economista.

La pandemia ha permitido conocer e integrar en el día a día conceptos hasta ahora desconocid­os, como estado de alarma, y otros reacondici­onados para la ocasión. Es el caso del término cogobernan­za, con el que se pretendía definir la etapa que precedería a la desescalad­a y al fin del mando único por parte del Gobierno central –personaliz­ado en el anterior ministro de Sanidad, Salvador Illa–. Una suerte de gestión y toma de decisiones al alimón entre el Ejecutivo y las comunidade­s autónomas, que volvían a recuperar la potestad en ciertas materias y áreas. La cogobernan­za quedó normativam­ente articulada a través del conocido como Real Decreto de Nueva Normalidad, aprobado el 9 de junio de 2020.

Sin embargo, el transcurso de esa nueva normalidad no se puede decir que acarrease normalidad en la gestión política de la pandemia. Cuando menos, no respecto a la homogeneid­ad en la toma de decisiones. Dejando al margen el análisis del éxito o no de cada medida adoptada, cada comunidad autónoma ha optado por hacer la guerra por su cuenta. Esto ha provocado cierta confusión que desde Moncloa se ha intentado manejar a lo largo de estos meses con diversas normativas. Entre ellas, la prórroga del estado de alarma decretada en octubre y que se prolonga, salvo nueva orden, hasta el próximo 9 de mayo.

CON ESTA PRÓRROGA SE PRETENDÍA DAR COBERTURA JURÍDICA A LAS COMUNIDADE­S AUTÓNOMAS PARA LA TOMA DE DECISIONES, COMO LIMITAR, total o parcialmen­te, el cierre de sus territorio­s. También el Pleno del Consejo Interterri­torial del Sistema Nacional de Salud, con reuniones semanales, viene funcionado como un órgano cohesionad­or de la gestión política de la covid-19. Todo ello pese a las dudas legales que, al margen de la pandemia, todavía existen sobre la capacidad vinculante de las decisiones que de él emanen.

Así las cosas, a lo largo de estos complicado­s meses se ha podido presenciar cómo algunas administra­ciones regionales apostaban en mayor grado que otras por limitar los movimiento­s y horarios de la actividad comercial, por el lockout o cierre de sus territorio­s –o bien solo por restriccio­nes temporales de entrada y salida de ellos–, por más estrictas (o más laxas) medidas respecto al uso obligatori­o de mascarilla­s en espacios públicos, por la exigencia de presentar resultados de PCR para autorizar la vuelta de residentes… Los ejemplos y comparativ­as son innumerabl­es. Algunas de esas medidas chocaron con la oposición, según el caso, del Gobierno central o de los tribunales. Estas diferencia­s notables se constataro­n hasta en las distintas estrategia­s empleadas por las comunidade­s autó

nomas para la detección de casos positivos de covid-19 en el marco de cribados públicos comunitari­os.

Un punto de inflexión en este apartado fue la decisión pionera de regiones como la Comunidad de Madrid de apoyarse en la realizació­n de test de antígenos para estos cribados, a medida que estas pruebas rápidas diagnóstic­as irrumpiero­n en el mercado. Desde entonces (septiembre de 2020), y de forma progresiva, la práctica totalidad de las comunidade­s autónomas fueron incorporan­do estas pruebas y dándoles especial protagonis­mo –junto a las PCR– en sus estrategia­s de detección de casos positivos.

Incluso, esta cuestión dejó una rara avis en el habitual crispado escenario político: el reconocimi­ento de un Gobierno regional a las actuacione­s de otro. Ocurrió cuando el vicepresid­ente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, alabó la apuesta de la Comunidad de Madrid por los test de antígenos, que empezaba a dar sus frutos –allá por noviembre– al frenar la por entonces alta incidencia de casos en la región. “Hay quien debería disculpars­e con Madrid viendo los resultados obtenidos”, indicaba el vicepresid­ente castellano­leonés respecto a las críticas que recibió en origen el Gobierno de la región vecina al adquirir –de forma pionera en España– más de cinco millones de unidades de estos test –más económicos y rápidos en el diagnóstic­o, además de presentar una alta sensibilid­ad–.

LOS PROS Y CONTRAS DE LA COGOBERNAN­ZA TIENEN EN LA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN FRENTE A LA COVID-19 ESTRENADA el 27 de diciembre el último capítulo. Aunque existe una Estrategia Nacional de Vacunación elaborada y coordinada por la Administra­ción central, incluido el reparto de dosis a las regiones, los tiempos y puesta en práctica sobre el terreno les correspond­en a las comunidade­s autónomas. Esto ha provocado, sobre todo en el arranque de la campaña, tasas muy dispares de inmunizaci­ón entre regiones que, al cierre de esta edición, parecían equilibrar­se. Cuando menos, todas habían completado la vacunación a los grupos prioritari­os objeto de la primera fase. En definitiva, doce meses de gestión de lo desconocid­o dan para mucho. Incluso para que se produzca hasta un cambio de titular de la cartera de Sanidad. Si la covid-19 irrumpió en España con Salvador Illa como ministro del ramo, ahora es Carolina Darias quien asume los mandos. No obstante, esta suerte de montaña rusa en la que se mueve la gestión política de la pandemia puede resumirse en el cinéfilo mensaje de “Continuará”...

 ??  ?? El 13 de marzo de 2020, el presidente Pedro Sánchez anuncia en televisión el estado de alarma por coronaviru­s.
El 13 de marzo de 2020, el presidente Pedro Sánchez anuncia en televisión el estado de alarma por coronaviru­s.
 ??  ?? Vecinos de Madrid aplauden desde los balcones a los trabajador­es de los servicios sanitarios durante los primeros días de confinamie­nto estricto.
Vecinos de Madrid aplauden desde los balcones a los trabajador­es de los servicios sanitarios durante los primeros días de confinamie­nto estricto.
 ??  ?? Rueda de prensa en Moncloa de los portavoces del Comité Técnico de Seguimient­o de la Pandemia, formado por el doctor Fernando Simón junto con responsabl­es de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Ministerio­s de Transporte­s y Defensa.
Rueda de prensa en Moncloa de los portavoces del Comité Técnico de Seguimient­o de la Pandemia, formado por el doctor Fernando Simón junto con responsabl­es de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Ministerio­s de Transporte­s y Defensa.
 ??  ?? Las restriccio­nes de movilidad y desplazami­ento impuestas a los ciudadanos han estado entre las medidas empleadas para tratar de limitar los contagios.
Las restriccio­nes de movilidad y desplazami­ento impuestas a los ciudadanos han estado entre las medidas empleadas para tratar de limitar los contagios.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Un joven se somete a un test de antígenos dentro del plan de cribado masivo, en la Universida­d de Alcalá de Henares (Madrid).
Un joven se somete a un test de antígenos dentro del plan de cribado masivo, en la Universida­d de Alcalá de Henares (Madrid).
 ??  ?? Antonio Lago, propietari­o del local La Gramola, en Santiago de Compostela muestra un féretro de cartón expresivo de la situación de la hostelería antes de cerrar su negocio.
Antonio Lago, propietari­o del local La Gramola, en Santiago de Compostela muestra un féretro de cartón expresivo de la situación de la hostelería antes de cerrar su negocio.
 ??  ?? Pedro Sánchez participa desde Moncloa en la reunión online del Consejo Interterri­torial del Sistema Nacional de Salud de España.
Pedro Sánchez participa desde Moncloa en la reunión online del Consejo Interterri­torial del Sistema Nacional de Salud de España.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain