LA VISIÓN DEL EXPERTO
Dr. Santiago Moreno Guillén Jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid)
REFLEXIÓN TRAS UN AÑO DE PANDEMIA
Cada persona enferma constituye una motivación única para un profesional sanitario. Intentamos personalizar en la medida de lo posible los cuidados para evitar el sufrimiento. Cada enfermedad supone un reto único, por el intento que supone conocerla y controlarla. Una enfermedad nueva que afecta a un gran número de personas multiplica por infinito la motivación y la sensación de reto.
El primer año de la pandemia que estamos viviendo
ha traído consigo gran número de sensaciones y sentimientos. Algunos han sido de carácter positivo, pero desgraciadamente han dominado los negativos. En el terreno estrictamente profesional, se han sucedido el desconcierto y la frustración, la impotencia, el desbordamiento físico y anímico, la tristeza. El legítimo interés científico no ha compensado. Pero la sensación de estar ayudando a sobrellevar un problema como el que estamos viviendo sí ha equilibrado en gran medida los sinsabores y ha puesto algo de color en esos días con frecuencia negros y, cuando menos, grises.
Tras ese primer año, también los profesionales vivimos con la confianza de que el final puede acercarse y que nuestra actividad seguirá teniendo sentido fuera de la pandemia. Para esa actividad nos llevamos lo que hemos vivido y aprendido estos doce meses, una nueva enfermedad y una nueva manera de práctica médica.