Entrevista a Jesús Aguilar
“NOS HEMOS OFRECIDO A LAS ADMINISTRACIONES PARA LO QUE HAGA FALTA EN LA ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN”
En su condición de profesionales sanitarios, cerca de 75200 farmacéuticos suman esfuerzos, desde sus diferentes especialidades, en la actual crisis sanitaria. Todos ellos están representados en el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), cuyo presidente, Jesús Aguilar, hace balance del papel realizado –y por realizar– de este colectivo.
Son múltiples los niveles desde los que los farmacéuticos contribuyen en la lucha contra la pandemia del coronavirus –como se refleja en este especial de MUY–, pero si hay algo especialmente visible son las 22000 farmacias. ¿El lema “la cruz verde no se apaga” resume su papel en esta crisis?
Sin duda, una luz verde que en esta pandemia ha estado más encendida que nunca, al lado de los ciudadanos, acompañándoles en la incertidumbre y realizando una enorme labor sanitaria. No lo decimos nosotros, lo dice la sociedad. Hicimos una encuesta durante el primer mes de confinamiento y la práctica unanimidad de los ciudadanos –el 98%– mostró su absoluta confianza en los farmacéuticos. La confianza de la sociedad en estos profesionales ya era una realidad. Pero ¿es ahora incluso mayor?
Estoy seguro de ello. La Farmacia ha fortalecido su gran reconocimiento social, volviéndose más visible su labor para los ciudadanos. Lamentablemente, hemos tenido que esperar a esta gran crisis para darnos cuenta de todo lo que puede hacer. Nos hubiera gustado que el protagonismo adquirido en estos meses no hubiese sido por una situación tan trágica.
Le pregunto ahora por la confianza de las Administraciones públicas. ¿Cree que se podían haber apoyado más en los ustedes? De hecho, el CGCOF hizo un “llamamiento urgente” en esta dirección.
Nosotros pusimos a disposición de las Administraciones multitud de soluciones, pero nos hemos sentido infrautilizados por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Las farmacias podrían haber cubierto muchas necesidades, como, por ejemplo, ayudar en la detección de casos en zonas de alto contagio. En este tema y otros muchos hemos estado trabajando y ofreciéndonos a las Administraciones. A mí lo que me da pena es todo lo que han tardado estas en poner las medidas en funcionamiento. Porque, al igual que se están haciendo en muchas Comunidades cribados de VIH o cáncer de colon en farmacias, se podrían haber empezado a realizar test para detectar la covid-19 hace bastante tiempo. Entonces, un ejemplo de posible colaboración es la realización de las pruebas diagnósticas en establecimientos farmacéuticos, como ya ocurre en algunas regiones, ¿verdad?
Efectivamente. La pena es que las Administraciones no hayan agilizado antes esta colaboración. La participación de las farmacias en este tipo de cribados está siendo un clamor social, una petición unánime de los ciudadanos.
El CGCOF también plantea que puedan usarse como centros de vacunación. ¿Sería útil para cumplir con los ritmos de administración de dosis?
Depende de la velocidad a la que queramos vacunar. Nuestro ofrecimiento está ahí, como establecimientos sanitarios que somos, y tras los correspondientes protocolos. Nosotros hemos puesto a disposición de las Administraciones toda la red farmacéutica, y estamos dispuestos a hacer todo lo que haga falta.
Algunas funciones de las farmacias se han articulado por la vía de la urgencia en esta crisis: entrega en boticas de medicamentos hospitalarios, renovación de tratamientos o dispensación a domicilio. ¿Deberían mantenerse más allá de esta crisis?
Es fundamental, como hemos visto en esta pandemia, aplicar medidas para promover la proximidad en el acceso de los pacientes a los medicamentos hospitalarios, y estrechar lazos entre farmacéuticos de los servicios de Farmacia Hospitalaria y Farmacia Comunitaria. En ello estamos trabajando con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. En la Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía o Cantabria se han puesto en marcha programas durante la pandemia con un gran éxito, lo que ha evitado desplazamientos, contagios, presión hospitalaria y costes añadidos al Sistema Nacional de Salud. Pasa lo mismo que con la atención domiciliaria. Son demandas de los ciudadanos a las que tenemos que dar una respuesta, garantizando siempre que el medicamento llega a través de un farmacéutico.
¿Y qué nos debe hacer sentir orgullosos respecto a nuestro sistema sanitario?
Esta crisis ha puesto de manifiesto que el principal valor del sistema sanitario son sus profesionales. Como farmacéuticos, nosotros hemos actuado con la máxima dedicación, y ha quedado clara la fortaleza del modelo de farmacia.