¿QUÉ LE DAMOS DE COMER A UN HURÓN?

Lo ideal es ofrecerle una dieta parecida a la que seguiría en libertad: carne. La leche, los hidratos de carbono y el azúcar no le sientan bien.

Los hurones son animales estrictamente carnívoros, por lo que deben obtener su energía a partir de proteínas de origen animal y grasa, y no pueden digerir grandes cantidades de hidratos de carbono, que sobrecargan su páncreas. Su dieta, por tanto, incluye, principalmente, carne, ya sea cruda o cocida, de todo tipo –pollo, conejo, cordero, ternera, pato, pavo–, así como órganos internos –corazón, riñones, lengua o hígado–, ya que en estado salvaje cazan pequeñas presas y se las comen enteras.

Eso sí, en el caso de la carne cruda, tenemos que asegurarnos de que no contenga bacterias ni parásitos, por lo que una opción sería congelarla antes. También les gusta mordisquear huesos, pero es mejor que sean crudos porque de lo contrario pueden astillarse y provocar lesiones en el tracto digestivo, en especial los de ave.

En el lado opuesto, hay varios alimentos que están desaconsejados o prohibidos en hurones. Por ejemplo, la leche y los derivados lácteos, como el yogur, el helado y el queso. La carne de cerdo, en especial cruda, es muy peligrosa para ellos, y no pueden digerir bien el maíz por su alto contenido en fibra. La cebolla y el chocolate también tienen que quedarse fuera de su dieta por su elevada toxicidad. Aunque les encante el azúcar, hay que evitar darles dulces y golosinas porque les producen caries y diabetes.

Por último, cabe recordar que el aparato digestivo de los hurones tiene una forma muy delgada, así que no pueden procesar demasiado alimento cada vez. Además, estos animales tienen un ritmo metabólico muy alto, por lo que es normal que coman pequeñas raciones, pero muchas veces a lo largo del día.