Consejos para la dieta de los animales esterilizados
SUS NECESIDADES METABÓLICAS CAMBIAN CUANDO YA NO PRODUCEN HORMONAS SEXUALES. PARA QUE NO ENGORDEN DEMASIADO, HAY QUE VIGILAR SU DIETA Y ANIMARLAS A HACER EJERCICIO.
Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, pero la verdad es que cualquier tipo de contacto con una mascota comporta grandes beneficios en personas de todas las edades. Por eso, resulta incomprensible que, solo en 2019, las protectoras recogieran 306 000 animales de compañía, según datos del último estudio sobre abandono y adopción de perros y gatos en nuestro país, realizado por la Fundación Affinity. La mayoría (63 %) son encontrados o recogidos en la calle, y, aunque los motivos son múltiples, las camadas no deseadas es el principal (21%). De ahí la importancia de la esterilización como acto de responsabilidad.
La esterilización es una intervención quirúrgica en la que se extirpan las gónadas sexuales en los animales. En el caso de los machos, los testículos, con lo que se elimina la principal fuente de testosterona. Y en el caso de las hembras, los ovarios y, opcionalmente, también el útero, cortando la producción de estrógenos y progesterona. Es un procedimiento relativamente sencillo y muy seguro siempre que se realice cumpliendo con todos los requisitos sanitarios en una clínica veterinaria. En cuanto a la recuperación, por lo general, el animal vuelve a la vida normal en muy poco tiempo, con reposo y unos cuidados básicos.
LAS CIFRAS SOBRE ANIMALES ESTERILIZADOS NO ESTÁN MUY CLARAS, pero la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) estima que más del 90% de felinos y sobre el 30% de los cánidos que viven en hogares han sido intervenidos.
Esta opción no solo evita las gestaciones no controladas, sino que reduce el riesgo de que aparezcan algunas enfermedades, en especial, las que están relacionadas con las hormonas sexuales y, por consiguiente, proporciona una mayor esperanza de vida.
En hembras, ayuda a prevenir las infecciones uterinas, elimina el riesgo de contraer un cáncer de útero o de ovario y minimiza las posibilidades de sufrir cáncer de mama. Además, elimina el celo y desaparecen los embarazos psicológicos. En machos, se reduce el comportamiento agresivo y el marcaje territorial, se evitan las escapadas –que pueden derivar en pérdida y atropello–, se elimina el riesgo de cáncer testicular y disminuye el de próstata.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que la reducción de hormonas sexuales tras la esterilización provoca cambios en el metabolismo y la regulación del apetito de los animales. Suelen bajar las necesidades energéticas, a la vez que aumenta el apetito, lo cual se traduce en una mayor predisposición a la obesidad. Es algo que ocurre en el 30% de gatos y en dos de cada tres perros. Para evitarlo, se debe proporcionar una nutrición equilibrada a largo plazo y la práctica de ejercicio físico.
En la actualidad, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de productos para la alimentación de nuestras mascotas, pero es recomendable consultar antes con un veterinario cuáles son las pautas nutricionales más adecuadas, tanto por lo que se refiere a qué darle de comer como a las cantidades. Si el animal sufre alguna enfermedad que afecte a su alimentación, como podría ser la diabetes, es importante adaptar la dieta a sus necesidades específicas.
EL PIENSO ESPECÍFICO PARA ANIMALES ESTERILIZADOS ES LA MEJOR ALTERNATIVA para controlar el peso, ya que tiene varias peculiaridades. En primer lugar, cuenta con un alto contenido de proteínas de calidad, principalmente de origen animal, y una reducción de los hidratos de carbono. Además, incluye alimentos ricos en vitaminas y minerales. Y es bajo en calorías pero, para evitar la posible ansiedad, incluye mucha fibra.
La dieta con un elevado porcentaje de fibras es fundamental para que la mascota se sienta saciada después de comer. El inconveniente, sin embargo, es que puede aumentar la frecuencia de las deposiciones.
Además de elegir un buen pienso, es fundamental respetar de forma estricta las cantidades diarias recomendadas por el veterinario y el horario de ingestas. Para ello, resulta muy útil pesar la comida en una balanza o utilizar un medidor de alimentos, o un comedero automático. En algunos casos, es más recomendable repartir la cantidad de pienso diaria en más raciones para controlar mejor el apetito. Por ejemplo, si antes de la esterilización un perro comía tres veces al día, quizá ahora se pueda aumentar a cinco, pero más ligeras. Hay que tener mucho cuidado con el picoteo entre horas, ya que podría trastocar el equilibrio nutricional y hacer que la mascota engorde. Por tanto, los snacks o golosinas hay que suministrarlos de manera puntual y, a cambio, reducir la dosis de comida principal. También es importante que el animal tenga un espacio adecuado para que pueda comer sin distracciones.
Al mismo tiempo, para evitar el riesgo de sobrepeso y obesidad después de una esterilización, es aconsejable la práctica de algún tipo de actividad física que contrarreste la reducción del ritmo metabólico. No hace falta que sea de alta intensidad, puede ser un paseo por el parque para que, además, el perro se socialice, una excursión por un entorno natural, una carrera, etc. Cualquier actividad que tonifique sus músculos y evite que caiga en el sedentarismo, siempre teniendo en cuenta la raza y la edad. Para fomentar el ejercicio en gatos, se pueden seguir trucos como colocar la comida en diferentes lugares y a distintas alturas o bien estimularlos mediante el juego.
Por último, no hay que olvidar realizar revisiones periódicas de la evolución del peso y, si es necesario, ajustar la cantidad de comida y el nivel de actividad para mejorar la condición física del animal.